MUSE: de otro planeta

Los británicos volvieron a dar sentido al término "espectáculo" en sus dos noches en el Barclaycard Center de Madrid. 
MUSE: de otro planeta

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Muse ofrecieron un despliegue único de medios técnicos que les sitúa como la banda de referencia en directo.

Si nunca has presenciado un concierto de los de Matt Bellamy, es probable que todo el despliegue técnico te deje boquiabierto. Pero lejos de caer en lo meramente visual, que por otro lado es parte esencial en un evento de estas características, los británicos consiguieron que desde el primer momento, 16.000 pares de ojos y oídos no perdieran ripio de lo que acontecía en la Plaza de Felipe II.

Los coros de "Drones" acostaron las luces del pabellón deportivo para dar paso a un mar de smartphones, que se cayeron al ritmo de los primeros riffs de "Psycho". La elegancia con la que el trío de Teignmouth se lleva a su terreno al público es insuperable. Todo ello acompañado por una calidad de sonido que elevaban su propuesta a un nivel superior y descubrían la impresionante técnica de cada uno de los músicos. El setlist dejó paso a "Reapers", donde Matt Bellamy siguió haciendo gala de su virtuosismo, para enlazar con las coreables "Plug in Baby" y "Dead Inside".

Sería en este punto donde la banda, y lo digo de una forma totalmente subjetiva y sin ánimo de ofender, dejó caer la dinámica festiva de su directo con el elegante piano de "Isolated System" y las llamativas proyecciones visuales a modo de marionetas en "The Handler". Impasse que volvieron a levantar con las ya clásicas "Supermassive Black Hole" y "Starlight", seguidas de "Apocalypse Please" y "Map of the Problematique", con un Matt Bellamy (con dedo del pie roto incluido) que no paraba de correr de un lado a otro del original escenario.

El colofón final llegaba de la mano de "Time is Running Out" y "Uprising", que a más de uno y una dejó sin voz ni fuerzas para seguir con "The Globalist", que dio paso un cierre excepcional con la mágica "Take a Bow" y el momento confeti rojiblanco (no se me emocionen) de "Mercy". El éxtasis llegó, como de costumbre, con la épica "Knights Of Cydonia", que nos llevó a la puerta de salida con la sensación de haber presenciado un espectáculo donde las luces devoraron a las posibles sombras, dejando el listón más que alto al resto de formaciones que intentan hacer de sus directos un alarde de medios tecnológicos. Muse siguen estando cinco años por delante del resto, aunque sigo echando de menos la magia de la improvisación y la terrenalidad del fallo.

(Crónica basada en el concierto del jueves 5 de mayo).

Diego Cardeña
@DiegoCardeñaFM

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