Pasión y entrega de Aerosmith

Derroche de actitud en el primero de los conciertos de despedida de "Los Chicos Malos de Boston" en España.
Pasión y entrega de AEROSMITH
RockFM

Locutor RockFM

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Hacía siete años que no visitaban la piel de toro, cuando tocaron en el Palau Sant Jordi de Barcelona el 27 de junio de 2010, y dos décadas habían pasado ya desde su última actuación en Madrid. De ahí quizá las ganas... Y eso que un fortísimo viento y una repentina sensación térmica de sorprendente frío para un 29 de junio (unos 16 grados) auguraban una noche poco apacible para los más de 30.000 asistentes que acudieron al adiós (¿definitivo?) de Aerosmith en el Auditorio Miguel Ríos de Rivas Vaciamadrid.
 
 Caía la noche a veinte kilómetros de la capital cuando Tyler y compañía se presentaron ante el respetable con una potente rogativa: "Let The Music Do The Talking" ("Dejad Que La Música Hable"). Pero los agudos se perdían a capricho tras las potentes ráfagas de viento de un emplazamiento desprotegido y desabrigado, y las caras de preocupación entre los seguidores de la banda eran más que notables.
 
 Fue con "Nine Lives" cuando se empezó a enmendar la plana en lo que a sonido se refiere y cuando arrancó una elaboradísima realización audiovisual, que acercó al público a través de tres pantallas a los miembros de una de las formaciones más longevas de la historia del rock. Recordamos: Steven Tyler (voz), Joe Perry y Brad Whitford (guitarras), Tom Hamilton (bajo) y Joey Kramer (batería).

"Joe Perry y Steven Tyler, con 66 y 69 años y toda una vida de excesos, tienen mucho más rollo tocando y cantando que muchos pseudoartistas de tres al cuarto que podrían ser sus nietos"
 
 A la tercera fue la vencida; el público comenzó a reaccionar a los envites de un Steven Tyler entregadísimo y capaz de levantar a un auditorio entero él solito con uno de los éxitos más lúbricos de "Los Chicos Malos de Boston": "Love In An Elevator". Si no estuviste en el concierto, imagínate la escena: el bueno de Steven tumbado boca abajo en el escenario, moviendo las caderas como si... En fin, imagínatelo tú...
 
 Y es que señores, hablemos claro; quien tuvo, retuvo. Y Joe Perry y Steven Tyler, con 66 y 69 años y toda una vida de excesos, tienen mucho más rollo tocando y cantando que muchos pseudoartistas de tres al cuarto que podrían ser sus nietos.
 
 Así las cosas, y ya con el público en el bolsillo, turno para una de las composiciones más completas y sentidas de los norteamericanos: "Livin' On The Edge". Durante su interpretación, la ya antes mencionada y enloquecida realización audiovisual (con una auténtica legión de operadores de cámara) simuló un fuego aparentemente real a través de las pantallas LED. Esta ambientación es digna de mención, porque fue el único fuego que se vio y casi lo más llamativo de un escenario demasiado sobrio para una banda como Aerosmith. Menos mal que Tyler y Perry se pasaron medio concierto en la pasarela que les acercaba aún más a sus seguidores...

"Sean mejores o peores compositores, Steven Tyler y Joe Perry son auténticos animales de escenario, grandes intérpretes y dos artistazos como la copa de un pino"
 
Tras "Rag Doll" y "Falling In Love (Is Hard On The Knees)", momento para demostrar que cuando la banda enciende la máquina de hacer blues-rock es imparable. Y en este "Aero-Vederci, Baby! Tour", los de Massachusetts lo hacen con canciones como "Stop Messin' Around", "Oh Well" y "Rattlesnake Shake"; tres clásicos de los primeros Fleetwood Mac, capitaneados por el gran Peter Green a las seis cuerdas. 
 
Llegados a este punto de la actuación, daba igual que Steven se expresará con un megáfono con brillantes, la armónica, una grotesca maraca o su inalterable chorro de voz; o que Perry hiciera lo propio con un lap steel que apenas se oía o hasta con una guitarra (y una camiseta) con el toro de Osborne; ya habían demostrado con creces que, sean mejores o peores compositores, son auténticos animales de escenario, grandes intérpretes y dos artistazos como la copa de un pino. Con sus tablas, ellos solos levantan cualquier repertorio. Y el de Rivas, tuvo un poco de todo. Así, por ejemplo, mientras seguían repasando sus himnos más netamente hardrockeros como "Sweet Emotion", "Eat The Rich" o "Dude (Looks Like a Lady)", "Los Chicos Malos de Boston" también encontraron el momento idóneo para interpretar su balada por antonomasia ("I Don?t Want To Miss a Thing"), uno de sus grandes medios tiempos ("Cryin'"), su histórica versión del "Come Together" de los Beatles e incluso una sorprendente "deconstrucción" del "Remember (Walking In The Sand)" de las Shangri'Las.

Después de un breve parón, Tyler se presentó solo antes las teclas, y tras una íntima introducción con "Angel", apareció el resto de la banda para seguir llenando de magia el Auditorio Miguel Ríos con "Dream On", incluso desde lo más alto del blanco piano de cola de Steven, donde la guitarra de Perry volvió a escupir notas rodeada de humo y confeti. 

El "Mother Popcorn" de James Brown fue el preámbulo perfecto para el fin de fiesta con "Walk This Way". Una fiesta que (como se pudo ver en imágenes durante la actuación a través de las pantallas) arrancó con Joe Perry tocando en un tentadero de Colmenar Viejo, y con una visita a La Pedriza y al mesón La Guitarra de Madrid. Una fiesta que continuará en el Rock Fest Barcelona y en el Estadio Heliodoro Rodríguez López de Santa Cruz de Tenerife, y que ¿quién sabe? Quizá se repita... 

Texto: Raúl Carnicero
Foto: Javier Bragado

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