La entrevista definitiva con Nicko McBrain (Iron Maiden)

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2 jun. 2018Actualizado 7 nov. 2019 10:05

Ha pasado ya más de un año pero la espera ha valido la pena. Por fin ha vuelve a España una de las giras más ambiciosas y esperadas en la carrera de Iron Maiden: "The Legacy Of The Beast"; la misma que el próximo 25 de julio les traerá a nuestro país para hacer historia con un concierto único en el Olímpico de Barcelona. Esta es la historia de cómo fuimos a Helsinki para vivir el arranque de la gira.

Desde primera hora de la tarde, por las calles de Helsinki se respiraba gran ambiente "maidenero". Hordas de fans y hasta familias enteras invadían los principales monumentos y parques de la ciudad luciendo con orgullo camisetas de las diferentes épocas de la banda y transformando los dos conciertos del Hartwaal Arena en un auténtico acontecimiento cultural para el país.

Tras realizar una entrevista exclusiva a Nicko McBrain (que en breve podréis disfrutar aquí mismo), echar unas partidas al Maiden Pinball y catar los últimos modelos de The Trooper junto al mismísimo David Davies (creador y distribuidor mundial), salimos de la "Trooper Room" para dirigirnos a presenciar el que sería un sorprendente show sin fisuras.

A las 21:00h en punto y acompañada del griterío generalizado, comenzó a sonar una intro a la que acompañaban unos visuales de motivos bélicos que dieron paso orgánicamente al inconfundible ritmo de "Aces High", el estadio se viene abajo. Una tónica durante la actuación es que la banda suena más definida y con más potencia que las últimas veces. No hay cambios sobre el setlist que presentaban hace unos días en Tallín y así, una a una, se sucedieron clásicos como "Where Eagles Dare" o "2 minutes to Midnight", momento escénico destacable en el que un Eddie real libra una dura batalla junto a Dickinson quien finalmente enarbola y ondea una bandera finlandesa provocando gritos de emoción entre el personal.

Por todos es sabido que Bruce Dickinson no es un frontman muy dado en exceso a los speeches ni las afrentas en directo, pero para presentar "The Clansman", ofreció un discurso sobre la importancia de distinguir entre la falsa libertad que nos imponen desde la sociedad manipulada y la verdadera libertad, que es aquella que reside en nuestros corazones y nada ni nadie puede cambiar, todo ello ayudó a que la épica de la canción creciera.

Justo antes del segundo cambio de escenario, El exigente público nórdico, uno de los más difíciles para el rock y el metal, acaba completamente entregado a los coros, el que transforma el Hartwaal Arena en una auténtica catedral y nos indica que ha llegado el momento de disfrutar de "Revelations", "For The Greater Good of God"; "Wickerman", "Sign of the Cross" y, una de las joyas de esta gira, la legendaria "Flight of Icarus", la cual llevaban sin interpretar desde 1986.

La intensidad general del show va en aumento y, aunque toda la banda se muestra enérgica y entregada, cabe destacar la fuerza sobrenatural en la voz y las interpretaciones de Dickinson, quien canción tras canción recorre el escenario de arriba a abajo reencarnándose en los diversos personajes que protagonizan sus canciones.

Tras su autohimno "Iron Maiden", la implacable recta final se perfila y finalmente se suceden sin piedad "The Evil that Men Do", "Hallowed Be Thy Name" y, por último, el himno por excelencia de la banda: "Run to the Hills" con un público totalmente levantado y entregado.

Atrás quedaron las giras por la España rural de finales de los noventa y las pequeñas desavenencias que aparecieron durante los últimos años. Ahora, con Dickinson curado del cáncer de garganta, Nicko habiendo abandonado la bebida y presentando mundialmente un show como #TheLegacyOfTheBeast, La Bestia se muestra más imponente que nunca. Nos vemos el 14 de julio.