SKA-P revienta el Pirata Madrid Festival en su única fecha en la capital

La banda vallecana llena el Auditorio Miguel Ríos de Rivas-Vaciamadrid en un show que combinaba ritmo y reivindicación
  • Juan Cebolla
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Este fin de semana, a la vez que en Indio, California, estaban esperando la actuación doble de TOOL y Metallica, en Rivas-Vaciamadrid se celebraba otro festival de rock a la madrileña, El Pirata Madrid Festival. Este evento que se suele desarrollar en Gandia, se traslado al centro de la península para reunir a las bandas más cañeras del panorama del rocker nacional. Y entre ellos, no podía faltar el grupo madrileño más rebelde y social, SKA-P.

La banda inicio el show con una de sus señas de identidad, ya sea por su sonido ska-punk como por declaración de intenciones, la canción “Jaque al rey”. Y desde ahí, no faltó ninguna de sus canciones memorables. Una de las cosas que más sorprendió fue la poca cantidad de gente que había con el móvil agarrado, cual apéndice en la mano, grabando en mala calidad cada momento del bolo para luego quedarse con el vídeo en su móvil, hasta que esté le pidiese, meses después, limpiar espacio de almacenamiento. La gente se dedico a cantar y bailar al son de las trompetas de Juanan y Gari; y disfrutando de los disfraces del también trompetista Txikitin, quien ya tomó el relevo de los animadores Eloi Yebra y Pipi.





Hubo momentos para la actualidad y la protesta social, como siempre con esta banda. Por supuesto dedicaron parte de su repertorio a hablar del conflicto palestino-Israelí, tema del que son firmes activistas, sobre todo después de conocer que ese mismo día acaba de reactivarse con la declaración de estado de guerra de Israel tras el ataque de Hamas.

Pero, si ya de por sí, las canciones de Pulpul suelen estar cargadas de contenido social, el broche más tierno lo puso cuando pidió a su hija Arizza que saliera cantar “Colores” mano a mano con su padre abrazada a la bandera multicolor. Otra de las cosas que no pasaron desapercibida fue que la última canción de su repertorio estuviese dedicado a su equipo de fútbol, el Rayo Vallecano; y en un intento de reivindicar los barrios obreros, cantaron “Como un rayo” para concluir, insisitiendo, como siempre, a grito pelado en la resistencia (final de "El Vals del obrero").

Este fin de semana ha dejado claro una cosa, Rivas-Vaciamadrid sigue siendo uno de los rincones más rockeros de la capital, y todos sus vecinos se quedaron con un dulce sabor de boca como el que puede dejar un buen postre, que muchas veces pide repetir. Madrid esperará con ansia una segunda edición del Pirata Madrid Festival. Pero de momento, su siguiente paso es el próximo 28 de octubre, en Gandía, con el Pirata Beach Festival.





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