Se cumplen 31 años de la noche más trágica de AC/DC

Una avalancha de fans, así como la falta de comunicación y seguridad, acabaron con la vida de tres jóvenes

Locutor RockFM

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Actualizado 13:43

AC/DC acababa de dar rienda suelta a los primeros segundos de "Thunderstrack", cuando una horda de fanáticos corrió hacia las primeras filas del hoy derruido Salt Palace de Salt Lake City. Un estadio y producción, que, por aquel entonces, no contaba con asientos asignados, con lo que más de 13.000 personas comenzaron una especie de lucha libre por alcanzar los primeros puestos junto al escenario. Lo que terminó derivando en una estampida fuera de control y posteriormente, cientos de cuerpos aplastados entre sí.

En aquel momento, el que fuera jefe de seguridad del estadio, Scott Carter, declaró a la MTV que "le estaba diciendo al jefe de seguridad de AC/DC que parase la música y apagase las luces del escenario, que la gente estaba herida y gritando. Recuerdo sentirme impotente porque me estaban ignorando. No se estaba haciendo nada".

Diversos testigos comentaron que incluso cuando se estaba desarrollando el caos entre la multitud, la banda siguió actuando. Unos dijeron que quince minutos, otros que llegaron a los cuarenta y cinco, pero lo realmente importante es que aquella noche, tres jóvenes perdieron la vida, cuando únicamente querían disfrutar de su banda preferida. Brian Johnson, recordó en Behind The Music, que "fue una noche terrible, que no olvidará jamás". Y es que la banda no fue consciente en ningún momento de lo que estaba ocurriendo y la magnitud del drama. "Cuando nos llegó la noticia, me quedé destrozado. Angus estaba fuera de sí e intenté mantenerle lo mejor que pude".

Por recomendación de la organización y la seguridad, que pensaban que la cancelación del evento podría ser la mecha para provocar disturbios, AC/DC anunció un descanso de quince minutos. Momento en el que se enteraron de lo ocurrido y terminó derivando en la cancelación del concierto. Pero la prensa ya estaba señalando a la banda en las noticias. "Creo que lo más doloroso fue leer al día siguiente en los periódicos que seguimos tocando mientas los niños morían, todo ello con una fotografía mía con una sonrisa en la cara", recordaba Johnson. "Fue otra oportunidad periodística para denostar el rock, más allá de los límites de la decencia".

Como resultado de aquella tragedia y otra similar en un show de The Who, la mayoría de las producciones se han ido deshaciendo de los espectáculos de admisión general y adoptaron estrictas pautas de seguridad, delimitando el espacio de cada asistente, sin poder cambiar de ubicación en el recinto.