Lars Ulrich (Metallica) recuerda “el drama” del 'St. Anger': “Nadie quería vernos llorar”

El batería de Metallica vuelve a recordar la inestabilidad de la banda, reflejada en el documental 'Some Kind of Monster'

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Actualizado 16:53

En una nueva entrevista con Zane Lowe (vía Ultimate Guitar), batería de Metallica, Lars Ulrich, ha rememorado “el drama” en torno al polémico 'St. Anger' de la banda, que se editó en el año 2003 y cuyo documental 'Some Kind of Monster' reflejó la inestabilidad de la banda en aquel momento.

“Creo que tienes que recordar que no había redes sociales en aquel momento, nadie estaba televisando para el mundo lo que van a tomar de desayuno cada mañana, por lo que no se había visto realmente la forma en la que las cámaras acabaron formando parte de todo este viaje durante dos años”, dijo Ulrich.

“Lo primero de todo, no lo planeamos, no era como: 'Oh, vamos a documentar lo que pase en los próximos dos días y convirtámoslo en una película'. Ese no era el plan”, admite.

“Los productores Joe Berlinger y Bruce Sinofsky iban a venir mientras grabábamos el nuevo disco y documentar lo que estábamos haciendo, quizás harían un infomercial, saldrá después de los cuchillos Ginsu a las dos de la mañana: 'Metallica tiene un nuevo disco, bla, bla, bla'”.

“Y entonces, de repente, todo aquel bajón comenzó a tener lugar frente a las cámaras, y acabaron quedándose y documentando todo el arco. ¡Pero nadie había visto... nadie había tenido esa clase de acceso a una banda de rock and roll! Esto pasó hace 20 años, nadie había visto algo como eso...”.

“Creo que la gente se olvida, obviamente, 20 años después, de que hay un par de fragmentos de sonido, como si estuvieras diciendo: 'Ja-ja-ja'. El terapeuta le da al cantante las letras y toda esa clase de cosas...”.

“Pero el proyecto en si mismo estuvo muy adelantado a su tiempo, creo. Cuando la película salió, se produjo un gran revuelo en el mundo del rock and roll porque nadie lo había hecho antes. Nunca había visto nada así en un documental ni en el mundo del cine”, insiste Ulrich.

“Todo el mundo del cine lo apreció: '¡Esto es genial!'. Está entre los mejores documentales, todos los que han triunfado tienen un arte natural en ellos, y, obviamente, no era era un film sobre una banda de rock and roll, sino sobre relaciones”.

“Estaba montado contra el mundo del rock and roll y todo el mundo de la música estaba como: 'Eso es demasiado acceso, hay demasiada transparencia, no queremos ver eso'”.

“La reacción natural que tenemos a eso -porque estamos asustados y no sabemos cómo nos sentimos- es que nadie quere verte llorar. 'Vamos, tío, estás en una banda de rock, tío, tus sueños se han hecho realidad'”.