Una boda que acabó en desastre: cómo Jerry Lee Lewis escandalizó al mundo y destruyó su carrera
Cuando, en Inglaterra, supieron que se había casado con su prima, que tenía 13 años, nadie se lo podía creer
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Actualizado 11:58
Mayo de 1958, un ídolo de masas como Jerry Lee Lewis se prepara, en uno de sus mejores momentos, para encarar un tour que le llevaría por toda Gran Bretaña. Sin embargo, sus representantes estaban muy, muy nerviosos y no sin razón. El cantante quería llevarse a su esposa a la gira y todo el mundo se lo desaconsejaba. ¿Por qué? Porque se acababa de casar con su prima, que tan solo tenía 13 años.
Tan solo unos pocos días después, el tour había sido cancelado y el caché del músico bajó desde los 10.000 dólares que cobraba por dar un gran concierto -una cifra que, en aquellos tiempos, significaba mucho más dinero que ahora- hasta los 250 que acabó pidiendo por tocar en bares de mala muerte. El músico dejó de sonar en la radio, sus amigos desaparecieron y, Myra, quizás una de las mayores víctimas de la situación, quedó marcada para siempre, como ella dijo a posteriori, como “la niña esposa de Jerry Lee Lewis”.
Lewis acabó recuperando su carrera diez años después, cuando Lewis volvió a alcanzar el estrellato, aunque esta situación, indignante se mire por donde se mire, nunca fue olvidada del todo. Lewis recuperó su reputación y siguió con su vida, casándose, además, un puñado más de veces. En el año 1986, el músico fue inducido al Rock & Roll Hall of Fame, justo en la primera gala de la organización. Su participación en la película 'Great Balls of Fire' (1989), que, de hecho, estaba basada en su historia con Myra, que escribió un libro sobre su historia, fue otro de los factores que volvieron a poner al músico en el punto de mira y lavaron su imagen. La hija de Lewis con Myra, Phoebe, fue mánager de los negocios de su padre entre el 2000 y 2012, aunque también acabó mal, con varias demandas presentadas en 2017.
No fue hasta 2014, cuando Myra volvió a hablar sobre la situación: “Okey, si ahora me dijeras que una niña de 13 años se va a casar, pediría, por favor, que no le hicieran eso a la pobre chica. Debería buscar una educación, ir a la universidad y después que ya pensara en eso. Aquel era un mundo diferente y ahora las cosas han cambido. Las opiniones, las maneras de pensar, este mundo ha evolucionado tanto en los últimos 50 años que no puedes seguirle el ritmo”.