La actitud de The Rolling Stones tras la salida de Bill Wyman: “Yo tocaré el bajo, no puede ser tan difícil"

El que fuera bajista de los Stones se sincera sobre cómo le trató la banda tras abandonar el conjunto

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En una entrevista con la revista Classic Rock (vía Ultimate Guitar), Bill Wyman, quien fuera bajista de The Rolling Stones desde 1962 hasta 1993, ha explicado cómo se comportó con él la banda tras abandonar la formación.

Antes, sin embargo, habló de uno de sus ex-compañeros, el fallecido guitarrista y genio compositivo Brian Jones, que dejó una gran marca en la banda pese a solo haber estado en la misma durante 7 años.

Ahora, en una esta nueva charla, Wyman califica al hacha como la gran mente detrás de el éxito del grupo.

"Cuando los Stones salían de gira, Brian y yo siempre compartíamos habitación. Podía ser realmente dulce y encantador y era más inteligente que cualquiera de los otros. Era muy elocuente. Pero también podía ser un poco cabrón a veces".

"Tenía una vena malvada por la que mucha gente sólo le recuerda. Brian hacía cosas desagradables, como robarme la chica o algo así una noche. Te daba la puñalada pero luego terminabas perdonándolo porque tenía esa sonrisita inocente y angelical: 'Lo siento, tío. No era mi intención'. Así que le querías y le odiabas".

"Siempre he hablado bien de él porque fue el creador de The Rolling Stones. No me importa lo que digan de Mick y Keith, si no hubiera sido por Brian probablemente habrían tenido una banda diferente en Dartford, en las afueras donde vivían. No eran londinenses, aunque Mick siempre intenta poner su acento cockney, que no se merece, la verdad. Los únicos de clase trabajadora en los Stones éramos Charlie Watts y yo".

La salida de Wyman de los Stones se produjo en 1993. A día de hoy, tiene una buena relación con los miembros de la banda, pero no siempre fue así.

"Keith todavía me envía velas perfumadas en Navidad. Todos nos enviamos regalos de cumpleaños y de Navidad. Sigue siendo algo familiar, social y no de negocios, y funciona muy bien. Es como los parientes lejanos: tienes una tía Elsie y un tío Fred que son realmente encantadores pero no quieres verlos todo el tiempo".

"Cuando dejé a los Stones por primera vez, tardé unos meses en reconstruir esa relación con ellos. Fue bastante estresante y no querían que me fuera. Así que se volvieron malhumorados. En lugar de ser amables y decir: 'Grandes 30 años. Salud amigo', Mick decía las cosas más absurdas y estúpidas, con esa actitud mimada que tenía. Decía cosas como: 'Oh, bueno, si alguien tiene que tocar el bajo, yo lo haré. No puede ser tan difícil'".

"Y Keith dijo: 'Nadie deja esta banda a menos que esté en una caja de pino'. De todos modos, me dejaron la puerta abierta durante dos años. Charlie y Mick llamaban por teléfono y decían: 'No te vas de verdad, ¿verdad? ¿Te lo has replanteado?'. Luego, cuando llegó el momento de hacer la gira del 94/'95, tuvieron que tomar una decisión final. Mick y Charlie vinieron y pasaron la tarde conmigo, intentando convencerme de que me quedara. ¿Me he arrepentido de no haber vuelto? En absoulto".

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