Así perdió su sombrero John Bonham (Led Zeppelin) a 8000 pies de altura: “Se lo tragó el retrete del avión”
Tiempo de lectura: 2’
Robert Plant ha recordado el momento en que John Bonham perdió su sombrero en el retrete del avión privado de Led Zeppelin. (vía Ultimate Classic Rock)
Conocido como el Starship, el Boeing 720, desguazado hace tiempo, ha sido objeto de especulación durante décadas. La leyenda de que los miembros de Led Zeppelin montaban verdaderas bacanales en pleno vuelo lleva años circulando. Pero en una nueva entrevista con Vulture, Plant ha querido contar una historia "agradable y para todos los públicos" que involucra al difunto batería de la banda.
"Era emocionante porque significaba que podíamos salir de los conciertos, llegar al siguiente lugar, descansar un poco y todas las cosas que hace la gente", relata el cantante sobre el jet. "Cuando el avión aterrizó para nuestro primer viaje en una de las giras, apenas se podía ver a través de la pintura seca en el lateral del avión que ponía: 'Led Zeppelin, Elvis Presley'. No habían acabado del todo el trabajo de pintura".
En un vuelo de Dallas a Nueva Orleans fue cuando "John Bonham estaba en esa época en la que llevaba un sombrero de fieltro y un bastón negro con la parte superior plateada. Subimos a unos 8.000 pies o lo que fuera, bastante bajo y él se da cuenta de que es su hora de visitar -rápidamente- el baño. Y al abrir la puerta, su sombrero salió volando y fue aspirado por el inodoro. Hubo una especie de gran silbido. Los chicos que estaban en la pista de aterrizaje se habían olvidado de volver a enroscar el conducto por donde se vaciaban los retretes. Había un depósito debajo del baño y se olvidaron de volver a poner la tapa".
Como resultado, no era posible presurizar la cabina. "Así que John había perdido el gorro, pero luego todos perdimos la cabeza porque nos dimos cuenta de que no podíamos subir más porque estábamos empezando a perder los oídos", se rió Plant. "Volamos de Dallas a Nueva Orleans a 8.000 pies".
"Ves, este es el problema", señaló. "Hay tantas... cosas que sé que son absolutamente absurdas. Quiero decir, no importa el misterio. Podemos prescindir del misterio y limitarnos a hablar de las locuras que ocurrieron. Bien está lo que bien acaba. Fue sólo otra noche en el paraíso".