El bajista de Ozzy Osbourne narra, en detalle, el crudo relato del accidente que mató a Randy Rhoads

Así suena la desesperanza, recuerda el bajista Rudy Sarzo, narrando la muerte de su compañero

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En una aparición en WDHA 105.5 (vía Ultimate Guitar), el bajista Rudy Sarzo ha recordado la noche en la que el legendario guitarrista de Ozzy Osbourne, Randy Rhoads, perdió la vida en un accidente de avión.

Todo esto tuvo lugar el 19 de marzo de 1982, cuando el avión en el que montaba el músico se estrelló, cobrándose su vida además de la de la maquilladora Rachel Youngblood y la del conductor de autobús con una licencia caducada de piloto de avión Andrew Aycock.

En aquella época, la banda de Ozzy incluía Randy, el teclista Don Airey y al batería Tommy Aldridge.

Aquel día, todo el equipo de Osbourne tuvo que hacer una parada técnica en la localidad de Leesburg para arreglar una avería en el aire acondicionado del bus en el que viajaban. Ozzy se quedó durmiendo en el bus, mientras que Andrew Aycock llevó el avión a dar una vuelta sin el permiso del aeropuerto local, en el que solo había pequeños aeroplanos y helicópteros.

En aquel primer vuelo, se subieron el teclista Don Airey y el tour mánager Jake Duncan. Como forma de intentar despertar al batería de la banda, Aldridge, Aycock voló muy bajo, cerca del autobús, de forma que este “zumbara”, una maniobra peligrosa que, la primera vez, le salió bien.

Más tarde, en el segundo, Aycock llevó a Rhoads y a Rachel. Aunque el músico tenía miedo de volar, acabó montando persuadido por Airey, que tuvo que estar en terapia durante años tras el accidente, y porque quería tomar fotos aéreas para enseñárselas a su madre.

Aunque Randy intentó convencer a Rudy Sarzo de que se subiese con él, el bajista prefirió quedarse un rato más durmiendo.

Durante este segundo vuelo, el conductor hizo más intentos de “zumbar” el bus. Después de volar dos veces cerca del vehículo, la tercera le salió mal, rompiéndose un ala del avión, que comenzó a girar sin control. Como resultado, Randy y Rachel se estrellaron contra la ventana del aeroplano, que se golpeó con un árbol cercano y acabó estrellándose -y explotando- en el garaje de una mansión cercana.

Los tres pasajeros murieron en el acto y sus cuerpos se quemaron hasta el punto de no poder ser reconocidos. Randy fue identificado por sus joyas y objetos personales.

Don Airey, de hecho, fue el único testigo en ver con sus propios ojos el accidente, que después relató así: “Tenía mi cámara y estaba haciendo fotos del avión para dárselas a Randy después. Tenía el teleobjetivo y podía ver que había algún tipo de problema a bordo del avión”.

“La alas estaban moviéndose de lado a lado rápidamente. En cierto punto, el avión casi se puso perpendicular, a no más de seis pies del suelo. Ahí es cuanto bajé la cámara y vi el avión justo delante de mí”.

“Me tiré rápidamente al suelo para evitar que me golpeara y miré detrás de mí, vi como como rozó el bus, se dio contra el árbol e impactó contra el garaje”.

El relato de Rudy Sarzo

Ahora, el bajista, que se quedó durmiendo, ha recordado la desolación que los artistas vivieron momentos después del fatal accidente.

“Okey, te lo contaré, pero cuando me preguntan eso sobre el pasado... La única forma que conozco de de volver a ese momento, es regresar a mí mismo y ver lo que pasó desde mi perspectiva, a través de mis ojos, y eso siempre ha sido muy doloroso para mí”, comienza explicando el músico.

He aprendido cómo volver a ese momento y lugar, al evento, como un observador, lo que me permite desconectar del dolor. Ahora, estoy mirándome a mí mismo experimentar esto”, recuerda.

“Y cuando dices la palabra “desesperanza”... He dado muchas entrevistas a lo largo de los años y tu eres la primera persona que dice la palabra exacta que resume la experiencia, desesperanza. Esto tiene varios niveles”, afirma Sarzo.

“Lo primero, nosotros estábamos dormidos: Ozzy, Sharon, Tommy y yo. Estábamos todos dormidos en las literas del bus con las puertas cerradas”, explica. “No escuchábamos nada. Si alguna vez has estado en un tour de gira, están sellados acústicamente. Puedes dormir en ellos y no se cuela ningún ruido de fuera”.

“Lo que nos despertó fue el avión rozando con el bus, llegó a golpearlo. Estábamos aislados, yo estaba en mi litera. Sharon y Ozzy estaban en el dormitorio de atrás durmiendo, no teníamos ni idea de dónde estábamos”.

“Lo primero que pensé es que habíamos sufrido algún tipo de accidente de tráfico de camino al hotel en el que estábamos”, prosigue narrando. “Así que, cuando se abrían las puertas de donde estábamos durmiendo, donde se ubican las literas, llegabas a el compartimento frontal del bus. Entonces abrimos las puertas y todo se desveló: vimos el cristal destrozado el bus, la ventana del asiento del pasajero había reventado”.

“Vi a nuestro tour mánager tirándose del pelo, gritando: '¡Han muerto!'. Miraba en dirección detrás del bus y era como: 'Esto no tiene sentido, ¿qué está pasando?'".

“La mujer del conductor de autobús, que acababa de venir con él hacía un par de días -se habían separado y estaban intentando recuperar su relación- estaba de pie, congelada en la puerta del autobús”.

“Sharon la agarró y salió disparada, y nosotros la seguimos. Mire a mi derecha, donde estaba el tour mánager, Jake Duncan, y había una casa ardiendo, el garaje estaba lleno de fuego. Nada tenía sentido”.

“Tan pronto como la información... es duro, porque todo el mundo está en shock y no sabemos lo que está pasando. Una vez nos enteramos de que Randy y Rachel, así como el conductor de autobús habían... de que el avión se había estrellado, sentimos desesperanza”.

“Y la desesperanza tiene un sonido. Es una frecuencia muy baja, y es muy ominosa”, afirma. “Mis cuerdas vocales no pueden alcanzar esa frecuencia, es una vibración ominosa, y no podía escuchar nada. Mis sentidos estaban en shock. Solo escuchaba esta frecuencia en mi cabeza, eso es la desesperanza”.

“Nunca he sentido una desesperanza tan profunda como esa y espero no volver a hacerlo en toda mi vida”.



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