5 bandas que se dejaron la piel para luchar contra la reventa de entradas: tomaron medidas extremas

Es un tema recurrente. La reventa de entradas es uno de los grandes males que asola a la industria de la música. Llevamos décadas advirtiéndolo y sufriéndolo, pero parece que, por más que se traten de poner soluciones, es imposible erradicarlo de forma completa. En este afán por acabar con esta práctica, han sido muchos los grupos que han puesto en marcha acciones para luchar contra la reventa de entradas.

Foo Fighters

Seguro que muchos de vosotros recordáis la iniciativa que estableció Foo Fighters en 2014. La banda puso en marcha la campaña #BeatTheBots para luchar contra la reventa de entradas en su gira ‘Sonic Highways’. ¿En qué consistió? El grupo optó por romper con el sistema habitual y realizar una preventa en persona en taquillas en las ciudades en las que tocarían. Los fans tenían la posibilidad de comprar entradas en persona.

"Los fans hartos de los 'scalper-bots' programados para atascar las colas online y arrebatar enormes cantidades de entradas para revenderlas tendrán la primera oportunidad de conseguir entradas para estos conciertos", comentaron los miembros de Foo Fighters en un comunicado de prensa en ese momento.

AC/DC, Iron Maiden y Metallica

En contraposición a la venta física en taquillas que hizo Foo Fighters tenemos la venta estrictamente digital que hicieron algunos de los artistas más legendarios del rock. Nos referimos a grupos como AC/DC, Iron Maiden o Metallica, que han utilizado sistemas de venta de entradas sin papel para luchar contra el fuerte aumento de los precios de reventa.

Una forma totalmente antagónica a la que habíamos descrito en el caso anterior y que resulta efectiva en gran medida, ya que los fans que compran las entradas tienen que mostrar una identificación/tarjeta de crédito para utilizar las entradas digitales, a las que sólo se puede acceder a través de su teléfono, correo electrónico o app, lo que dificulta la venta a los revendedores.

Pearl Jam

Por último, en un plano totalmente diferenciado a la venta digital o la física en taquillas, encontramos el enfrentamiento directo con las grandes tiqueteras. Corría el año 1995, en plena promoción de ‘Vitalogy’, Pearl Jam decidió enfrentarse a Ticketmaster por el aumento del precio de las entradas y las tarifas de servicio para su próxima gira. La banda se comprometió a prescindir de los locales que trabajaban con Ticketmaster, a pesar de que la empresa trabajaba con el 90 por ciento de los locales de todo el país.

Sin embargo, la iniciativa dio más quebraderos de cabeza a la banda, que soluciones contra la reventa. "Tuvimos reuniones de una semana sobre las vallas metálicas y los baños portátiles", dijo Vedder. "Y como sólo tocábamos en locales que no eran de Ticketmaster, teníamos que ir a esos lugares tan apartados", continuó el guitarrista Mike McCready. "Teníamos que encargarnos de todo nosotros mismos. Recuerdo que recibía llamadas sobre los portales. Era un calvario".