El bar favorito de Lemmy, demandado por crear “un ambiente peligroso, sexualizado y hostil” para las mujeres
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No son pocas las historias que existen sobre la leyenda del Rainbow Bar & Grill, un local muy frecuentado por las estrellas del rock y que era el favorito del legendario frontman de Motörhead, Lemmy Kilmister. Pues bien, parece que su historia podría estar en jaque, puesto que el local ha sido demandado por dos mujeres que afirman que sus dueños fueron negligentes "a la hora de mantener un entorno seguro para sus clientas", y "crearon intencionadamente un entorno peligroso, sexualizado y hostil" para las mismas (vía Louder Sound).
Las dos mujeres, que se identifican como Jane Doe 1 y Jane Doe 2, son sólo algunas de varias que afirman que fueron agredidas en el sitio por el antiguo actor porno Ron Jeremy, un cliente regular del bar de Hollywood. El actor, actualmente, está residiendo en un psiquiátrico de California después de que un juez le declarara “no acto para ser juzgado” a raíz de un “declive neurocognitivo incurable”. Jeremy fue acusado de 30 cargos de agresión sexual contra 21 mujeres. Estas dos demandantes, ahora, afirman que el Rainbow fue cómplice de las agresiones de Jeremy.
Según la revista Rolling Stone, las demandantes afirman que Jeremy las agredió en el Rainbow el 17 de marzo de 2017. en un momento en que la dirección del local era "consciente de otras múltiples agresiones sexuales" cometidas por Jeremy en la propiedad, pero "siguió facilitando y ratificando su comportamiento ilegal". De hecho, estas mujeres afirman que el actor las agredió en el bar y luego las dirigió a un área de cocina exclusiva para empleados y luego las siguió hasta el baño, donde volvió a perpetrar otra agresión.
En un comunicado, Nadine Khedry, una de las abogadas que lleva esta demanda, afirma que el Rainbow Bar & Grill llevaba mucho tiempo “apoyándose en Jeremy como truco para atraer clientes”, argumentando que el local generó un ambiente en el que se propiciaba el acoso, todo esto mientras “miraban hacia otro lado”. La segunda abogada del caso, Michelle Nabati, añadió lo siguiente: “Está claro que no se trató de un incidente aislado, sino de una pauta de abuso que Rainbow Bar & Grill permitió a expensas de la seguridad de sus clientes”.
Por el momento, los propietarios del bar aún no han lanzado ningún comunicado.
