Billy Corgan (Smashing Pumpkins): “Cuando pienso en lo que me atormentaba en los '90, me da la risa”

El frontman de Smashing Pumpkins explica cómo ha aprendido a cuidar más de su salud mental

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El cantante de Smashing Pumpkins, Billy Corgan, se ha sincerado sobre los pensamientos intrusivos, la negatividad y las cosas que le obsesionaban a mediados de los '90, momento álgido de la popularidad de su banda.

Charlando con Howard Stern (vía LouderSound), el cantante ha explicado cómo las críticas eclipsaban todo lo bueno que venía de la música. Esto, con el tiempo, llegó a amargarle hasta los directos, una de las partes más divertidas de ser artista. En la cabeza Billy, todo lo que ocurría en torno a su formación, era analizado con lupa:

"Mira, déjame decir esto, tal vez hubo muchos elogios, pero yo no los escuché porque cuando estás en esa mentalidad sólo escuchas las críticas", se sincera Corgan. "Mi recuerdo es como: nos subíamos al escenario y tocábamos para 15.000 personas, y yo me bajaba, y alguien decía: 'No deberías haber hecho eso... Eres un idiota'".

Corgan se sentía como un chef de clase mundial al que le piden que prepare comida basura para que las masas la consuman: "Has hecho una comida increíble, y alguien te lleva a una habitación y te dice: 'Si hicieras un puto perrito caliente serías diez veces más grande y ganarías muchísimo dinero'", relata.

"Si tus propios padres te dicen que eres un puto idiota, y luego un tipo, 15 años después, te llama idiota otra vez -y encima es un mánager de grupos de éxito-, piensas: 'Bueno, así son las cosas. Yo qué sé'", explica el cantante.

El artista explica que pese a el éxito de singles como “Disarm” ('Siamese Dream', 1993), no se sintió apoyado ni por el equipo que rodeaba a la banda ni, en general, por la industria musical: “Ni una sola vez después de saliera esa canción, nadie en mi vida -nadie-, me metió en una habitación y me dijo: '¿Puedes hacer más de eso?' Eran más del tipo: 'Dame más de esas que sirven para vender salchichas'".



Lo que es cierto es que Corgan, a día de hoy, es mucho más feliz y está mucho más tranquilo: "Cuando pienso en lo que me atormentaba en los 90, me da la risa. Estaba muy obsesionado con un montón de cosas que no importaban".

RockFM