Bob Seger abandona la música en directo tras la muerte de su saxofonista: “No puedo salir sin él”

Bob Seger ha afirmado que abandona la música en directo tras la muerte de su saxofonista, Alto Reed, tal y como informa Ultimate Classic Rock.

En una entrevista con SiriusXM, Seger no pudo contener la emoción a la hora de recordar su última conversación con Reed, que murió en diciembre tras una batalla contra un cáncer de colon. “Le escuché con toda mi atención”, recuerda Bob sobre su última llamada de teléfono. “Y me dijo: 'Cuán agradecido estoy por mi maravillosa vida'. Me pareció precioso, y pensé que era muy valiente. No creo que pueda salir de gira sin él”.

Reed fue un miembro constante de la Silver Bullet Band, apareciendo en los siete discos de estudio que publicaron junto a Seger entre 1976 y 1995. Su aportación en la introducción de “Turn the Page” y su solo en “Old Time Rock and Roll” son algunas de las contribuciones más destacables del saxofonista. Además, Alto también fue parte de dos discos en directo durante ese periodo de tiempo, incluyendo el clásico de 1976 'Live Bullet'.

“Honestamente, fue un show más. Pero, por su tamaño, fue realmente divertido”, admite Seger, recordando el show de septiembre de 1975 en el Cobo Arena de Detroit, que se recogió en el LP. “Habíamos abierto para Bachman Turner Overdrive y Kiss en ocasiones, en sitios grandes. Pero ahora éramos solo nosotros y no había límites en lo que podíamos tocar porque éramos los cabezas de cartel. De repente, nos desencadenamos. Creo que estábamos listos”.

En 2019, Seger y su Silver Bullet Band se embarcaron en “Roll Me Away”, su gira de despedida. El último show de aquel viaje tuvo lugar el 1 de noviembre de aquel año en el Wells Fargo Center de Philadelphia. Aún con todo, y vista la cantidad de artistas que regresan después de retirarse o que han cancelado sus planes de decir adiós, todavía había fans con la esperanza de que Seger pudiera regresar al escenario.

Eso sí, si sus días de salir de gira han terminado, el cantante parece satisfecho con la decisión: “Ya sabes, he tenido una gran vida, oh dios mío”, admite Seger. “Me encantó lo que hice. No trabajé ni un día de mi vida, en realidad. Las partes duras eran dormir en hoteles y comer comida caducada”.