Brian May (Queen) continúa su viaje vegano: “Todavía estoy procesando mis emociones después de ver cómo cocinaban a las gambas vivas”
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Defendida por muchos y rechazada por otros, la corriente vegana, que aboga por no consumir ningún producto de origen animal para, además de velar por el medio ambiente, no ser partícipes de las condiciones en las que viven algunas de las criaturas en mataderos y granjas, ha llegado hasta algunos de los músicos más importantes de nuestro género, como, por ejemplo, Brian May.
Y es que el guitarrista de Queen ha decidido probar, como mínimo durante un mes, a hacerse vegano como parte de un desafío viral. Lo que pasa es que, al salir tanto de gira con el conjunto, no siempre es fácil seguir el camino o, como ha sucedido en esta ocasión, el músico se ha visto sujeto a experiencias que no han sido agradables para él.
La última ha sucedido durante el tour de la banda en Japón, durante el que los componentes de Queen decidieron salir a cenar juntos una noche. Los ingleses fueron a cenar a un hotel de lujo en Tokio, donde, por supuesto, le permitieron elegir la opción vegana, aunque lo que vio durante la cena le dejó bastante traumatizado, tal y como contó en su cuenta de Instagram:
“Os prometí contaros cómo fue mi experiencia en mi noche fuera con la banda. Bueno, en resumen, lo que pasó fue que estaba disfrutando de la atmósfera de este gran lugar y compartimos un gran momento social entre nosotros, yendo, además, a este restaurante por primera vez en muchos años. Nos cocinaron y sirvieron platos veganos geniales para aquellos que pedimos la opción. Fueron muy amables, como suelen acostumbrar. Nuestro querido promotor japones, Kaz, nos trató muy bien”, explicó. Hasta aquí, todo bien.
“Y entonces me fijé en las gambas que nos traían para cocinar en frente de nosotros. Pensé que la última vez que estuve aquí, me hubiera metido tantos deliciosos bocados en el estómago como hubiera sido capaz de tragar. Siempre he tenido una gran debilidad por las gambas desde que era un niño, pelándolas y comiéndomelas mientras paseaba por la costa en los días de fiesta con mi padre y mi madre. Esta vez no iba a comerme ni una, ni lo pensé, haciendo honor a mi compromiso con el Veganuary”, continuó.
“Pero no iba a ponerme a dar sermones y arruinar la cena para mis compañeros, o a faltarle el respeto a mi anfitrión. Entonces me di cuenta de que esas gambas, siendo ensartadas y puestas en el grill, estaban vivas, moviendo un poquito sus patitas. Todavía estoy intentando procesar mis emociones. Esto me ha dejado tocado, me ha recordado por qué tenía tanta ansia por ser vegano en primer lugar. Me ha recordado que, aunque esto pueda ser divertido, no es un juego”, finalizó.
¿Qué opinas sobre el tema? ¿Seguirá siendo May vegano después de que acabe enero?