La caída de Axl Rose (Guns N' Roses) en pleno directo, frente a 60.000 personas

El frontman de Guns N' Roses tuvo un traspiés sobre el escenario del mítico festival de Glastonbury
Axl Rose y Slash, sobre el escenario de GlastonburyCordon Press

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Cuando los Guns N’ Roses se suben al escenario, no dejan indiferente a nadie. Ya sea por los himnos que tienen en su repertorio, o que llevan muchas décadas trayendo lo mejor del género, sus pasos por las diferentes ciudades nunca pasan desapercibidos. El concierto de la noche del pasado viernes 30 de junio también tuvo sorpresa.

Fue mientras la banda tocaba “Bad Obsession”, del álbum ‘Use Your Illusion’ de 1991. Axl Rose empieza a caminar hacia atrás mientras canta, sin darse cuenta de que le espera una caída. Todos los asistentes pudieron ver cómo se tropezaba. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. El frontman demostró que está curtido en mil batallas, y se pone en pie rápidamente, casi sin que se note en la ‘performance’.

Tras este traspiés sin consecuencias, Rose bromeó con los más de 60.000 asistentes: "No quiero gafarlo, pero espero haberme quitado de encima todos los resbalones".

Guns N’ Roses venía de ser cabeza de cartel en el histórico festival de Glastonbury, por lo que estaban más que preparados para conquistar el escenario del British Summer Time. Aquí, dieron su ‘show’ de más de 3 horas, con algunas versiones muy especiales de sencillos como el “Live and Let Die” del grupo Paul McCartney & Wings.



Así vivimos el paso de Guns N’ Roses por España

El grupo estadounidense lleva ya varios meses en la carretera, con espectáculos sucediéndose alrededor del mundo. En España, tuvieron una única fecha en Madrid el 9 de junio. Mucho se lleva diciendo que los conciertos de Guns N' Roses son tremendamente largos y, en el caso de su show en la capital, ese fue el caso, para alegría de los que disfrutan de este formato y desgracia de aquellos que se oponen a él. Sus 210 minutos de concierto, eso sí, tuvieron algo para todo el mundo: desde “el café para los más cafeteros” como los hits que todo el mundo adora.




Saliendo al escenario con apenas un par de minutos de retraso, Axl Rose y los suyos no pararían apenas durante su kilométrico concierto. Un potente comienzo con “It's So Easy” hacía vibrar a un Metropolitano que, una vez más, mostró sus carencias a nivel acústico desde según qué lugares.

Se sucederían los hits “Welcome to the Jungle”, “Pretty Tied Up”, “Reckless Life”, “Double Talkin' Jive”, las “nuevas” “Hard Skool” y “Absurd” o las versiones “Live and Let Die” (Wings) y “Wichita Lineman” (Jimmy Webb), antes de llegar a “You Could Be Mine” y “Estranged”, otros dos de los puntos fuertes de la noche. Un poco de todo para todos.

Si te gustan o no los conciertos tan largos y cómo te sonara la banda es algo que depende de cada uno. Lo que sí se puede decir, sin ninguna duda, es que los californianos salieron al escenario con ganas de sorprender, de jugar, de pasarlo bien. Guns N' Roses no son una banda que te ofrezca el mismo repertorio de cuatro hits durante una gira entera sólo para “pasar por caja”; intentan que cada uno de sus shows sea diferente y eso es algo a agradecer.






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