La canción que Bon Jovi “le quiso robar” a este superproductor: “No me tienes respeto”

¿Qué harías si te ofrecen una millonada por quitar tu nombre de los créditos de una canción?

Tiempo de lectura: 2’

Desmond Child, el productor y compositor de grandes himnos como “Poison” de Alice Cooper o “I Was Made For Lovin' You” de Kiss, ha explicado cómo los representantes de Bon Jovi intentaron borrar sus créditos del mega-hit “You Give Love a Bad Name” a cambio de una millonada.

Ahora, charlando con Mike Brunn (vía Ultimate Guitar), el artista ha explicado que rechazar aquella oferta fue uno de los movimientos “más inteligentes” de su carrera.

"Bueno, yo nunca lo habría hecho. Ya tenía un éxito con 'I Was Made For Lovin' You'; ya tenía dinero. No me moría de hambre. Y no se podían aprovechar de mí. Pero sabes, fue revelador. Nunca me habían ofrecido un trato así hasta entonces. Fue como: 'No me tienes respeto, por lo que he aportado'".

"Llamé a Jon y le dije: '¿Estás de broma? Le dije: 'Si tu representante sigue con esto, no podremos trabajar juntos'. Y en su honor, volvió y le dijo a Doc McGhee -manager de Bon Jovi- que se retirara, y procedimos a escribir 'Livin' on a Prayer'. Así que también fue la mejor decisión que tomó".

Nada de ego

En la charla, Child también ha explicado por qué nunca ha dejado que el ego tenga nada que ver con sus múltiples colaboraciones: "Soy un obseso del control en muchos aspectos de mi vida: cómo funciona mi negocio, cómo organizo mis casas, cómo cuido de mis hijos... Hay muchas cosas que están fuera de mi control. Hay muchas cosas que escapan a mi control. Pero cuando estás en una habitación con iguales, como Diane Warren, Jon Bon Jovi & Richie Sambora, Joe Perry & Steven Tyler, Alice Cooper... no hay ego".

"No hay control sobre la otra persona, porque tienes que aportar lo mejor de ti. Y hay que saber cuándo retirarse y dejar que la otra persona dirija; dejar que lleve a cabo su idea, incluso si sabes que tienes la mejor idea en el fondo de tu cabeza".

Child afirma, eso sí, que las circunstancias de sus primeros años de vida le convirtieron en un "perfeccionista", lo que, a su vez, le resultó útil en su carrera:

"La gente a veces está dispuesta a abandonar una canción, o a no abandonar pero decir: 'Vale, ya está'. Y yo digo: 'No, no está acabada. Echemos otro vistazo a la segunda estrofa. Parece que la energía decae, estamos perdiendo el hilo argumental'. Normalmente, todo el mundo está muy contento después de dedicar dos horas más a dos versos pero podría marcar toda la diferencia del mundo".

RockFM