Crónica de Kiss en Rock Imperium 2023: nunca un beso de despedida fue tan espectacular

Los neoyorquinos se despiden de España entre fuegos artificiales e himnos imperecederos
  • Dara Chriss

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Cuando algo que ha estado ahí toda tu vida se va, la sensación, en ocasiones, es de irrealidad. Así nos hemos quedado unas 20.000 almas tras el último concierto de la historia de Kiss en España. Un final que duele, sí, pero que también es necesario para quedarnos con un recuerdo imborrable - y bello- de una banda que ha marcado con contundencia la cultura pop de los últimos 50 años.

Como buenos magos del rock que son, Gene Simmons, Paul Stanley y compañía tienen sus artificios, tanto visuales como sonoros, para dejar el mejor de los sabores de boca a aquellos que les llevan siguiendo tantas décadas. Lo que hacía -y aún hace- especial a esta banda, al final, siempre ha sido todo lo que acompañaba a sus canciones: el fuego, las luces, el maquillaje... Y así ha sido una vez más, aunque, en esta ocasión, se trataba de la última de todas.

Desde el apoteósico comienzo de “Detroit Rock City” hasta el culmen final con “Rock and Roll All Night”, por supuesto, con espectáculo de fuegos artificiales posterior, el grupo nos llevó por el camino de la nostalgia, recordando sus mejores himnos, haciendo lo que mejor saben hacer. Y es que Gene Simmons volvió a escupir sangre una vez más, mientras se alzaba -literalmente- tocando “God of Thunder” y Paul Stanley volvió a subir en tirolina después de pedirnos que “le invitáramos a salir ahí fuera con nosotros” para cantar una excelente “Love Gun”.

¿Es todo el show en riguroso directo? Quien escribe estas líneas cree que no. ¿Importa? La verdad es que, a estas alturas, no mucho. Nos pasamos el día rodeados de artistas que, cuando salen al escenario, hacen, sin ningún pudor, playback de la forma más vil. ¿No les vamos a permitir a los neoyorquinos que se vayan sonando a su gusto? ¿Nos vamos a echar las manos a la cabeza porque un concierto esté diseñado para suplir unas carencias que son inevitables cuando pasa el tiempo?

Como el mismo Gene dijo en varias entrevistas durante los últimos años, esto es “una vuelta de honor”, una forma de decir adiós, recibir un último aplauso y pasar a vivir otra etapa, tanto para ellos como seres humanos como para Kiss como marca y como grupo. Esta despedida, con grandes estatuas de los miembros de la banda a los laterales del escenario sabe justo a eso, a gloria, a dejarlo en lo más alto, a reconocer que unos chavales que, en su momento, prácticamente no tenían un mendrugo de pan que llevarse a la boca (siendo un poco exagerados), han dejado un impacto imborrable en la cultura del siglo XX y XXI.

Hubo solos largos tanto de guitarra como de batería que, en cierto punto, pudieron hacerse algo densos, pero canciones como “Deuce”, “Shout It Out Loud” o “Calling Dr. Love” lo compensaron. Cierto es que su repertorio fue más bien limitado para lo que duró el concierto, pues solo tocaron 10 canciones. Eso sí, elegidas con total maestría y elegancia y coreografiadas a la perfección, casi con precisión quirúrgica.

Dicen que la materia no se crea ni se destruye y con Kiss pasa un poco lo mismo. Este último show -este último y espectacular beso- no tiene pinta de ser del todo un adiós. “Nunca os olvidaremos”, decía Paul Stanley. Seguramente sea mentira, porque probablemente, cuando dentro de un par de días estén tocando en Francia, este será sólo un concierto más de una gira que aún se alarga hasta diciembre. Sin embargo, lo que él aseguraba sí que sucederá al contrario, puesto que nosotros nos quedaremos con la imagen de la banda en Cartagena todo lo que nos reste de vida.

Y Kiss seguirá. Quién sabe si con otros miembros, o incluso creándose varias bandas que actúen bajo su marca. Visto el mundo en el que vivimos, hasta ver a sus hologramas encabezando festivales no sería una sorpresa. Lo único que está claro es que, tras este cambio de fase después de 50 años, nuestros amigos con las caras pintadas nos han dejado, todavía, con mariposas en el estómago.

Hasta siempre.

RockFM