Se cumplen cincuenta años del debut de The Stooges

Hace ya medio siglo que la banda americana publicó un disco que supuso el origen de un movimiento social y un estilo musical rompedor: el punk

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Durante los años 60 el rock and roll vivió un ciclo natural. Nació, creció, se reprodujo... pero no murió, hizo algo mejor: se transformó. 

La música nunca ha dejado de evolucionar, pero eso conlleva una parte bonita y una parte que puede ser incluso dolorosa. ¿Cuántas personas se echaron las manos a la cabeza cuando apareció un chico moviendo las caderas a un ritmo frenético mientras sus músicos le acompañaban? ¿Quienes pensaron que la aparición de cuatro “melenudos” en Liverpool acabarían con la música?

Uno de los dientes del engranaje de la evolución musical han sido The Stooges, la banda en la que Iggy Pop diera sus primeros pasos como vocalista. Esta banda, con la que tanta gente se echó las manos a la cabeza, surgió a finales de una década en la que el rock psicodélico y el folk eran la banda sonora de un movimiento que poco a poco se iba haciendo más grande y que plantaría una semilla que a día de hoy podemos seguir viviendo: el movimiento hippie.

1969 fue el año en que ese movimiento terminó de explotar con el festival de Woodstock, pero sólo unos días antes de que ese festival se celebrara, The Stooges publicaban su álbum homónimo, un álbum que sería el germen, nunca mejor dicho, del movimiento punk.

No es casualidad que ekl primer corte del disco se titule "1969". Desde su primer acorde hasta la última vibración del plato en “Little Doll”, cada una de las canciones que conforman este disco son las instrucciones para construir un estilo musical enérgico, ruidoso, diferente, rompedor con lo que hasta antes existía.

Con bombazos como “I Wanna Be Your Dog”, “No Fun” o “No Right”, la banda de Michigan se presentó al mundo aunque para que la cosa no desentonara demasiado con la psicodelia de la época, también incluyeron composiciones oníricas y delirantes como “We Will Fall” o “Ann”, unas canciones lentas y lisérgicas que bajan las revoluciones de esta joya musical. 

En este “The Stooges” destacan los ritmos machacones de la guitarra de Ron Asheton que  taladran tu cabeza, la batería, a veces frenética, a veces calmante, de Scott Asheton, un bajo en primerísimo plano tocado por Dave Alexander y por supuesto, la por aquel entonces clara y limpia voz de Iggy Pop, aunque esto último no es lo que más destacaría de las actuaciones de la banda americana.

Ya han pasado 50 años desde que The Stooges publicaran su primer disco, un trabajo en que cada una de las canciones son un tesoro que a día de hoy han hecho que el punk haya nacido, crecido, se haya reproducido y se haya transformado.

RockFM