David Draiman (Disturbed) se rompe en pleno concierto: “Casi me uno a Chester, a Chris y a Scott”

El vocalista abrió su corazón durante un concierto, afrontando la lucha contra sus demonios

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Si has estado en algún concierto de Disturbed, sabrás que el momento de que suene “A Reason to Fight”, tema del disco 'Evolution' (2018) es uno de los instantes más emocionantes de su show, dado que el cantante de la banda, David Draiman, aprovecha para hablar sobre salud mental.

En su último show en Milwaukee, sin embargo, este instante ha sido especialmente conmovedor, porque el cantante, que está atravesando un divorcio, se ha sincerado sobre sus propios demonios y adicciones, algo que le lleva persiguiendo mucho, mucho tiempo y que, según él, le podría haber costado la vida, al igual que le pasó a algunos de sus compañeros de profesión.

"Una razón para luchar. Todos necesitamos una. Los demonios conocidos como adicción y depresión son muy, muy reales. Son enfermedades no muy diferentes del cáncer. No puedes ver la depresión. No puedes ver la adicción. Te pudre por dentro. Hace metástasis, se apodera de tu cuerpo y de tu mente, de tu alma".

"Y no sé vosotros, pero yo estoy cansado de perder a todos los que quiero por culpa de la depresión y las adicciones. Cada miembro de la banda en este escenario ha lidiado con esos sentimientos, con esos demonios. Y echo de menos a los amigos que hemos perdido. Echo de menos a Chester Bennington, echo de menos a Scott Weiland, echo de menos a Chris Cornell. Y si puedo ser completamente honesto con vosotros, hace un par de meses casi me uno a ellos".

"La adicción y la depresión pueden ocurrirle a cualquiera, señoras y señores. Nadie es inmune a ellas, por muy bonita que parezca su vida desde fuera", continuó el cantante. "No importa lo bien que pueda parecer que están. Está fuera de nuestro control".

Draiman, entonces, pidió al público que levantara la mano para ver quiénes habían lidiado con la adicción o la depresión o conocían a alguien que lo hubiera sufrido. Casi todo el mundo levantó su mano. "Como podéis ver, amigos míos, no estáis solos", dijo el cantante.



Otro gran momento tuvo lugar cuando Disturbed tocó en St. Paul, momento en el que Draiman también se paró a hablar con el público, en esta ocasión sobre cómo se concibe el rock como algo maligno cuando, en realidad, es una música que puede llegar a ser terapéutica.

"Toda esa mierda que dice la gente de que el hard rock y el heavy metal son algo oscuro y malvado. Menuda gilipollez", declaró el cantante. "No me malinterpretéis: tenemos colegas a los que les gusta interpretar el personaje oscuro y malvado. ¿Y sabéis qué? Lo hacen terriblemente bien. Pero, ¿sabéis qué? Están interpretando un personaje. No es real. Nadie sacrifica nada en realidad. Nadie es realmente satánico. Es todo un montón de mierda. Se llama entretenimiento. Y aún más que eso, se llama terapia. Porque, damas y caballeros, os deis cuenta o no, estáis asistiendo ahora mismo a la mayor sesión de terapia de grupo a la que iréis en sus vidas”.

"La música es increíblemente poderosa", continuó. "Todas las naciones del planeta, todas las religiones, todo lo que está destinado a remover algo en su alma resuena con alguna melodía, con alguna pieza musical. Hay una razón para ello".

"¿Y sabéis qué? A veces tienes que escribir sobre temas oscuros, porque la vida está llena de temas oscuros. Y la única manera de afrontarlos y conquistarlos es mirándolos a la cara. Porque lo sepas o no, a veces la oscuridad puede mostrarte la luz".





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