Desvelado el autor del bulo de que Cass Elliot murió atragantada con un sándwich: “Lo hizo por protegerla”
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El bulo de que Cass Elliot (The Mamas & The Papas) falleció atragantada con un sándwich de jamón en 1974 fue un invento de su mánager para intentar proteger su legado, según afirma la hija de la legendaria cantante.
Owen Elliot-Kugell tenía tan sólo 7 años cuando Elliot, de 32 años, fallecía de un ataque al corazón después de 36 horas combinando fiesta y actuaciones. La vocalista había estado trabajando en su carrera en solitario en Londres, Reino Unido. Pese a que su carrera parecía tener un brillante futuro, su vida acabó prematuramente, dejando una oscura leyenda respecto a las circunstancias de su muerte.
"Cuando volvió a su piso, ya era de noche del día siguiente", declaró Elliot-Kugell a la BBC (vía Ultimate Classic Rock) en una nueva entrevista. "Tenía hambre y su bailarina le preparó un bocadillo con lo único que había en el piso -jamón- y se lo dejó en la mesilla de noche. Ni siquiera probó un solo bocado".
"Incluso de pequeña... iba a casa a jugar con algunos de estos niños y era frecuente que alguno de sus padres me hiciera un comentario del tipo: 'Oye, ¿de verdad murió tu madre atragantada con un bocadillo de jamón?'”, cuenta afligida.
"Me molestó porque era una historia horrible y sabía que no era cierta. Y me pareció muy cruel que se perpetuara un rumor así. Me torturaba".
El responsable sale a la luz
Tras cinco décadas queriendo descubrir quién fue el responsable de este cruel bulo, finalmente se vio cara a cara con la periodista Sue Cameron, amiga de Elliot, que reconoció que fue ella quien inventó la historia en primer lugar. "Le dije: 'Ojalá supiera de dónde viene esa historia'. Cameron me miró a los ojos y me dijo: 'Fui yo'".
Cameron le explicó que llamó al mánager de Elliot, Allan Carr, una vez se enteró de lo ocurrido. "Tantos de sus compañeros habían fallecido por sobredosis de drogas que Carr realmente sólo quería protegerla", continuó Elliot-Kugell. “Y allí se encontró el bocadillo".
Carr fue el que se inventó la historia del atragantamiento y le pidió a Cameron que se hiciera eco de la misma, afirmando que lo único que intentaba era evitar que se especulara sobre las circunstancias de la muerte del artista hasta que se supiera todo lo que hubiera pasado. Sin embargo, la historia trascendió más allá y se convirtió en un bulo que, con el tiempo, acabó en leyenda urbana.
"Allan Carr quería proteger el legado de su cliente, y de una forma extraña lo consiguió", dijo Elliot-Kugell. "Así que ahora lo entiendo y todo tiene sentido”.
