El día que entrevisté a Dave Grohl

¿Qué siente alguien por dentro cuando tiene al cantante de Foo Fighters delante? 
La vida de DAVE GROHL en un libro

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Conviene recordar que cuando Dave Grohl publicó su primer disco con Foo Fighters un gran áura de misterio circundaba aquella grabación: El baterista que llegó a Nirvana para el Nevermind y que discretamente había acompañado al conjunto de Seattle hasta un súbito final, lanzaba sorpresivamente un álbum con un grupo del que entonces nada se sabía, un año después de la repentina muerte de Kurt Cobain. Aquel pareció entonces un trabajo consistente y que nos descubría a un Grohl superando las circunstancias y mostrándose como “el heredero”, pues es su disco con un sonido más cercano a Nirvana ("I’ll Stick Around"). 

El álbum fue grabado íntegramente por Dave a lo largo de una semana, él se encargó de tocar todos los instrumentos salvo algunas guitarras de acompañamiento a cargo de su amigo Greg Dulli (Afghan Whigs) y el bajo en el Big Me por Krist Novoselic. Nada de esto se sabía cuando el disco se publicó, tampoco había pistas sobre quienes conformaban la banda, ni el origen de aquellas canciones… Aunque sobre su directo se podía albergar grandes expectativas, era también algo inédito encontrarle en el papel de frontman.

Meses después del lanzamiento del disco, muy pronto, habría ocasión de ver a Foo Fighters en concierto: El 1 de noviembre de 1995, por ¡2500 pesetas! Su primer concierto en la capital estaba fijado en la mítica sala Aqualung, por cuyo escenario, durante los noventa pasaron: Keith Richards, Bowie, Iggy Pop, Oasis, Wilco, Slipknot, etc. Por aquel entonces, yo estaba trabajando en una importante emisora de radio, y quizás por ser el más joven de la plantilla (me gusta pensar que también por mis aptitudes y conocimientos), de un día para otro, me ofrecieron entrevistar a Dave Grohl. La entrevista solo podía hacerse el mismo día del concierto (el día antes tocaban en Barcelona) y la persona encargada de estos menesteres en aquella radio no parecía tener especial interés en el personaje, quizás más por ser un día festivo… Yo no lo dudé un instante y me puse inmediatamente a pensar cómo aprovechar aquella oportunidad única. 

Con un micro y una grabadora hoy obsoleta (miniDISC) me presenté, bastante antes de la hora pactada, en el hall del hotel Meliá Castilla, donde se produciría mi afortunado encuentro. Sabía que apenas dispondría de unos diez minutos, eso significaba también que tenía que concentrar todas mis preguntas. Naturalmente había que preguntarle sobre el origen del disco, sobre las canciones, la nueva banda…pero no quería dejar pasar la oportunidad de buscar algún punto de conexión a partir del cual me hablase sobre la pérdida de Kurt Cobain y Nirvana. Pocos días antes de la entrevista había muerto por sobredosis el cantante de Blind Melon, Shannon Hoon, así que haciendo referencia a esta trágica noticia traté de ver si Dave me confesaba algo de valor.

Naturalmente nada importante fue revelado en aquella entrevista, hubiese trascendido. Dave Grohl sí me expresó nítidamente que él simplemente seguía el camino del rock que ya había comenzado, mucho antes de Nirvana, a los 12 años, aprendiendo a tocar la guitarra, encontrando su propio estilo, perfeccionándose. 

Tras aquella entrevista me quedé con más ganas aún de ver a los Foo Fighters en acción. El concierto empezó con retraso pero aquella fue una actuación intensa y bien armada. La legión de fieles ya se conocía bien las canciones del reciente álbum y la descarga fue generosa por parte del grupo de modo que todo resultó festivo. La nota pintoresca la dio un tío que al final de la noche consiguió subirse al escenario, Dave lo acogío enseguida evitando que lo expulsaran los de seguridad y terminó cantando con él.  Ese fue un momento único, para recordar, igual que lo fue para aquel otro fan que tuvo la gran suerte de poder entrevistarle horas antes.

Hoy en día, 25 años después, no nos cabe ninguna duda; Foo Fighters llena estadios y para muchos significa, en palabras del cantante: “Nunca hay que perder la fé en el rock”.

Por Jesús G. Roa 

RockFM