El día que Nirvana salió a tocar en silla de ruedas: “Es muy doloroso”

Nirvana salió a actuar con un Kurt Cobain en silla de ruedas en la edición de 1992 del Festival de Reading en Inglaterra

Tiempo de lectura: 3’

Hubo una época, la última en la vida de Kurt Cobain, que el cantante de Nirvana y su familia estaban muy en el foco de los medios del cotilleo. Tanto que se llegaban a inventar noticias del tipo ‘Kurt está en el hospital’, ‘Kurt ha sido arrestado’ o ‘Kurt ha ingerido una sobredosis’. El líder de Nirvana estaba siempre en el foco de los tabloides. Sobre todo, después de su boda con Courney Love y el nacimiento de su hija, Frances Bean. Los rumores sobre su salud y la de su familia, eran imparables. El 30 de agosto de 1992, durante la actuación de Nirvana en el Reading Festival, Kurt Cobain se mofó y ridiculizó a los 'chismosos'.

El acoso a la familia Cobain

Nevermind (1991) disparó a Nirvana a los puestos máximos de las listas mundiales. El primer single, “Smells like teen spirit”, arrasó, como también lo hicieron “Come as you are” o “Lithium”. La banda de Aberdeen estaba calando profundamente en el público. Por eso, legítimamente, ocuparon su primer espacio entre los 'cabeza de cartel' del Reading Festival 1992. El domingo, 30 de agosto de 1992, por primera vez, el nombre de Nirvana figuraba en grande, por delante del resto

En esa época, sin smartphones, había poco acceso a las noticias oficiales y las 'fake news' inundaban los tabloides. Kurt Cobain era carne de cañón. Su estilo de vida, su boda con Courtney Love o el reciente nacimiento de su hija, Frances Bean, justificaban la enorme atención que le dedicaba la prensa rosa. Había un flujo continuo de historias sobre visitas urgentes al hospital o colapsos (de ambos): "Kurt está en el hospital. Kurt ha sido arrestado. Kurt (o Courtney) ha ingerido una sobredosis. El bebé ha nacido con deformaciones…"

El líder de Nirvana se sentía desconcertado por la negatividad que mostraban los medios hacia la mujer a la que amaba. Dos semanas antes del concierto en Reading, salió un artículo en Vanity Fair en el que la periodista Lynn Hirschberg se preguntaba si Kurt y Courtney eran "la versión grunge de John y Yoko o los próximos Sid y Nancy (en referencia a la famosa y trágica historia de Sid Vicious (Sex Pistols) y Nancy Spungen)". También mencionaba que Love había consumido heroína cuando debía llevar embarazada varios meses.

Kurt Cobain queriendo callar bocas

El caso es que, en la edición del Reading de 1992, el foco estaba puesto sobre Nirvana. Por supuesto, también se especulaba sobre las frágiles relaciones en el seno de la banda. Y había un rumor que circulaba con fuerza ese domingo: Nirvana no aparecería en el festival. Tenía su lógica. Había evidencias de que todo no era color de rosa para los gigantes del grunge. En esa época, el estado de ánimo era tenso.

Según comentaría posteriormente el batería, Dave Grohl, diría: "Ensayamos una vez, la noche anterior, y no fue bien. La verdad es que pensé, 'Esto va a ser un desastre, esto será el fin de nuestra carrera, seguro'. Kurt había estado entrando y saliendo de rehabilitación, la comunicación en la banda estaba empezado a ser tirante. Kurt vivía en Los Ángeles, Kris (Novoselic) y yo, en Seattle. Incluso la gente no estaba segura de que apareciéramos en el concierto".

La silla de ruedas, la peluca y la bata de hospital

Sí que aparecieron, y de hecho, acabaron dominaron absolutamente el escenario. Lo que nadie esperaba era el as que Kurt Cobain guardaba bajo la manga. Su respuesta a los que les habían vilipendiado. Su corte de mangas a los chismes. Una peineta en toda regla a los medios que habían especulado con su salud, la de su mujer… y la de su hija.

Cuando las luces se desvanecieron, una figura con una larga peluca rubia y una bata blanca de hospital, fue empujada al escenario… sobre una silla de ruedas. Kris Novoselic, solemnemente, se dirigió al público: "No puede… es demasiado doloroso… Con la ayuda de sus amigos y familia, va a conseguirlo". Un afectado Cobain (obviamente era él) alcanzó el soporte del micro e intentó incorporarse. De rodillas, empezó a entonar la primera frase de The Rose de Bette Midler (la película sobre una cantante de rock que fallece por sobredosis): "Some say, 'love, it is a river'", canturreó antes de dejarse caer teatralmente hacia atrás sobre el escenario.


Pocos segundos después, se incorporó, agarró tranquilamente su guitarra, e interpretó de forma brillante Breed. Aun mantendría la peluca y la bata durante una buena parte del concierto en el que la banda hizo un recorrido magistral por todo su repertorio (el de Nevermind (1991) y el de Bleach (1989), además de un par de versiones. Y siguieron lanzando mensajes críticos a sus detractores. Antes de tocar la nueva canción All apologies, se dirigió a la audiencia: "Esta canción está dedicada a mi hija de 12 días y a mi mujer. Ha habido algunas cosas excesivas que se han escrito sobre ella, y ella piensa que todo el mundo la odia. Esto se está grabando, así que quiero que digáis todos 'Courtney, te amamos' a la de tres"… El público así lo hizo.

Y antes de que sonara Smells like teen spirit, Nirvana tocó algunas notas de More than a feeling, un dedo medio en alto dirigido a aquellos que habían señalado que el riff de su gran éxito tenía similitudes con la canción de Boston de 1976.


RockFM