Eric Clapton se contradice: da un concierto solo para vacunados, pese a haberse negado a hacerlo

Tal y como informa NME, Eric Clapton ha ofrecido un concierto en Nueva Orleans en un recinto que requería una prueba de vacunación contra la COVID-19 (o un resultado negativo en un test), contradiciendo, por lo tanto, la postura que tomó contra esta clase de medias hace tan solo algunos meses.

En julio, Clapton juró que nunca tocaría en un recinto que exigiera una prueba de vacunación, poco después de que el Primer Ministro de Reino Unido, Boris Johnson, anunciara que el certificado COVID se requeriría para entrar a clubes nocturnos y recintos en todo el país. Clapton, en aquel momento, dijo: “Me reservo el derecho a cancelar el show”.

“Siento que tengo la obligación, por honor, de hacer un anuncio propio. Deseo decir que no tocaré en ningún escenario donde haya una audiencia discriminada presente”, dijo el legendario guitarrista en aquel momento. “A no ser que se prevea que todo el mundo pueda entrar, me reservo el derecho a cancelar el concierto”.

Al haber tocado en el Smoothie King de Nueva Orleans el pasado sábado, 18 de septiembre, Clapton rompió su juramento. Y es que, según la web del recinto, se requería que todos aquellos que estuvieran presentes hubieran recibido, al menos, una dosis de la vacuna o probar que habían dado negativo en un test de COVID en las 72 horas anteriores al evento, además de llevar mascarilla mientras no estuvieran comiendo o bebiendo.

El legendario guitarrista ha manifestado, abiertamente, su oposición a las medidas contra los contagios, llegando a colaborar con Van Morrison, otro escéptico, en la canción “Stand and Deliver”, el tema anti-confinamiento que provocó mucha polémica. Más tarde, Clapton también publicó su propio tema, “This Has Gotta Stop”, el pasado agosto.

Pese a todo, el artista está vacunado, pero criticó la “propaganda” que promociona la seguridad de la vacuna, llegando a afirmar que tuvo una grave reacción a la misma:

“En febrero de este año, antes de conocer la naturaleza de las vacunas, (y teniendo 76 años con enfisema) estuve en la vanguardia. Recibí el primer pinchazo de Astrazeneca y enseguida tuve reacciones graves que duraron diez días, me recuperé, finalmente, y me dijeron que pasarían doce semanas antes de la segunda”, dijo.

“Unas seis semanas más tarde me la ofrecieron y tomé la segunda inyección de Astrazeneca, pero con un poco más de conocimiento de los peligros. No hace falta decir que las reacciones fueron desastrosas, mis manos y pies estaban congelados, entumecidos o ardiendo, y prácticamente inútiles durante dos semanas, temí no volver a tocar nunca más (sufro de neuropatía periférica y nunca debería haberme acercado a la aguja). Pero la propaganda decía que la vacuna era segura para todos".