Fito & Fitipaldis se lucen en el inicio de gira en Coruña
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Comenzaba el viernes la gira de Fito & Fitipaldis en el Colisseum de Coruña, el esperado show dejó claro que no necesitan rodar para sorprender a todos, la máquina está perfectamente engrasada para convertir este 'Cada Vez Cadáver Tour 2022' en una cita para la historia.
El sábado, con lleno hasta la bandera y una aparente normalidad me dejó con la sensación de que faltaba algo, no era otra cosa que las barras, es curioso recuperar el orden de las cosas sin tener acceso a un poco de líquido para las cuatro horas de concierto, ya sea cerveza, agua o una copa, algo que resultó un tanto extraño. Fue gratificante ver como la media de edad del público era claramente más baja que las antiguas giras de Fito, lo que demuestra que el rock sigue ganando adeptos.
A las 20.30h. comenzaba Morgan a calentar el ambiente; no es una banda cualquiera, estamos hablando de cinco músicos que sorprenden con cada acorde, tienen la fuerza de un titán y la delicadeza de una brisa de verano. Presentaban su nuevo trabajo ‘The River And The Stone’ y son, sin duda, los compañeros ideales de este viaje de Fito, que los conoció en el Kafe Antzokia de Bilbao en el que vivió un flechazo instantáneo.
Aunque el Colisseum se iba llenando de forma progresiva, las oraciones de Morgan no pararon en los 45 minutos de show, la banda, con Nina a la voz y teclados, Paco a la guitarra, Ekain a la batería, ‘Chuches’ a los teclados, David González, al bajo en sustitución de Climent que tocaba con Fito, y Gabi Planas como hombre orquesta (percusión, teclado, voz, guitarra…), arroparon a la multitud con temas que van del soul al funk o del rock al R&B sin despeinarse, y todo de una calidad de las que llenan el alma. Acabaron sobre las tablas su espectáculo, aunque la noche nos dejaría más sorpresas con ellos como protagonistas.
Fue asombroso ver como, a pesar de ser el segundo concierto de la gira, la memoria muscular no se ha perdido y se lucieron, pero claro, la calidad de la banda es de otro mundo, yo pagaría la entrada solo por ver a Carlos Raya (¡qué show!), cada nota suya resonaba con grandeza. Parte del protagonismo se lo llevó el saxofón de Alzola, que fue ovacionado con cada solo que se marcaba. Creo recordar también de otros conciertos antiguos, que Fito y Raya se turnaban más haciendo solos, pero Cabrales ha querido ceder el protagonismo al saxo y no se explayó con sus momentos en solitario, aunque los hubo y de gran fuerza.
El último tramo se inició recordando a Platero y Tú con “Entre dos mares” y se despedía, como con su habitual “Acabo de llegar” que levantaba el ánimo del público y despedía el show con ganas de volver a vivir más noches como esta.