Frank Bello (Anthrax) y su noche más grotesca: “¡He dormido encima de la sangre de otra persona!”

No todos los hoteles en los que te hospedarás en tu vida serán buenos, puede que hasta, de vez en cuando, te encuentres una sorpresa desagradable en tu habitación. Sin embargo, lo más probable es que nunca te pase lo que le ocurrió a Frank Bello, bajista de Anthrax, durante los primeros pasos de la banda, cuando aún no tenían dinero para alojarse en resorts de lujo.

En una entrevista con el podcast Sid Jams (vía Loudwire), el músico de 57 años ha contado una de sus historias más memorables -o más bien, infames- en la habitación de un hotel. ¡Parece sacada de una película de terror!

"Esto pasó, te lo aseguro. Llevo 40 años haciendo música... así que en las giras pasas de habitaciones de hotel asquerosas, las baratas, muy baratas, a las de gama alta. Así que al principio, tienes suerte si consigues una cama, ¿no crees? No hay dinero, ya sabes”, explica.

“Así que te metes en la cama de esa noche después de tu actuación en el club y esperas que esté limpia. Hay veces en esta vida en que estás tan agotado que te metes, directamente, en la cama. Sólo quieres desmayarte. Esas noches son las que hay que tener cuidado", empieza narrando.

Lo que ocurrió a continuación recuerda a Bello a “la escena de la cabeza de caballo” de 'El Padrino'. Sin embargo, esto es incluso más inquietante.

"No hay caballo, pero había sangre", dice, "y estaba debajo, así que cuando me metí dentro de las sábanas y al estar tan cansado, no vi nada. Pero eso me asustó muchísimo porque -y te voy a ser sincero, tío- no era sangre seca. Alguien debía saberlo, lo que sea que fueran a hacer, lo hicieron. Tal vez hicieron la cama para que la persona que limipaba pensara: 'No tengo que cambiar las sábanas, no han tocado la cama'. Pero déjame decirte que esa cama no estaba hecha".

La sorpresa, por desgracia, vino cuando el bajista se despertó “gritando desde lo más profundo de mi pecho: '¡qué cojoneeeees!”. Lo primero que hizo Bello al darse cuenta de la situación fue pensar que era él el que estaba sangrando y empezó a buscar una hemorragia por todo su cuerpo. Cuando se dio cuenta de que la sangre no era suya, fue rápidamente a recepción... sin darse cuenta de que, en aquel hotel, no había nadie para atender a los clientes.

“Había una mampara con una persona detrás del escritorio que no quería ser molestada por nadie. Así que le digo: '¡Mira, hay sangre en mi cama! Te hago saber que no vamos a pagar esta habitación. Anoche dormí sobre sangre'".

A Frank, décadas después, le sigue sin quedar claro por qué motivo estaría aquella sangre en la cama, pero, fuera por el motivo que fuera, le sigue pareciendo “asqueroso”.

"Lo de la sangre me asustó porque estaba en mi pierna. ¿De quién es? ¿Ahora estoy enfermo? Todas estas cosas pasan por tu cabeza. Dios mío, ¿voy a contraer alguna enfermedad por esta sangre? ¿Quién necesita eso?".

¡Por suerte, todo se quedó en una macabra -y misteriosa- anécdota!