El generoso gesto de Metallica con un batería callejero al que le robaron su instrumento

La banda de San Francisco no pudo evitar echar una mano al enterarse de lo sucedido

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Tal y como informa Blabbermouth.net, Metallica ha dado un paso adelante para ayudar a un batería callejero de Los Ángeles al que le robaron su instrumento.

Su nombre es Sheriff Drumman, famoso por tocar la batería en la parte de atrás de su camioneta. Sin embargo, en pasado mes de diciembre, tanto su instrumento como su vehículo fueron robados de su apartamento en Hawthorne. Y, aunque recuperó su camioneta, su batería desapareció sin dejar rastro alguno.

Según informa la fuente, Sheriff se pasó casi seis años montando, adquiriendo pieza por pieza, su batería, que se sostenía en una plataforma móvil. No solo eso sino que también forjó a mano la plataforma, forjando el metal y dándole forma a cada losa, así como al brillante cartel en que se leía “#SheriffDrumman” que adornaba su camioneta.



Después de enterarse de esta historia, los miembros de Metallica quisieron ayudar al músico a que pudiera volver a ejercer su oficio regalándole una batería totalmente nueva.

“Tíos, muchas gracias, de verdad”, decía el artista, cuyo nombre real es Anthony Eugene Sheriff. “Gracias por tomaros el tiempo y emplear los recursos para apoyar y ayudar a lo que hago. Os quiero por eso”.

En respuesta, Metallica publicó un mensaje en redes sociales diciendo lo siguiente: “Estamos honrados de poder ayudar a un colega artista. ¡Que la música siga sonando, Sheriff Drumman!”.



En 2016, Sheriff afirmó, en declaraciones a LA Weekly, que ganaba entre 200 y 600 dólares al día en propinas que le daba la gente al tocar.

Las críticas a las habilidades de Lars Ulrich a la batería

En noviembre de 2020, Lars Ulrich se sinceró sobre los comentarios negativos que hacen sobre el sus detractores, entre ellos los que se refieren a él como "un batería de mierda".

"Mira, al contrario que hace años, no leo ninguna de las entrevistas que hacen mis otros compañeros. Hace 20 o 30 años, me sentaba y me leída cada jodida página de la Kerrang o de la Circus y veía qué era lo que se comentaba y lo que decían mis compañeros. Me preocupaba la opinión de James y todo eso. Ahora, es todo lo contrario. Para ser sinceros, no leo, realmente, lo que la gente dice de Metallica", comentó.


"Tengo que reconocer que, ocasionalmente, cada seis meses o así, me resulta divertido meterme en la sección en la que todos los 'trolls' me insultan porque es bastante ridículo, pero no es algo que haga regularmente a estas alturas".

"Hace 20 años, hubiera sido como: 'Oh dios, alguien ha dicho algo malo de mí' o 'Esa persona ha dejado un comentario feo', cosas así. Ahora, todo eso ya no significa nada para mí".

"Soy literalmente inmune a todo ese odio. He hecho varias entrevistas en las que, a veces, el periodista es fan de Metallica y dicen: 'Cuando la gente dice que Lars Ulrich es un batería de mierda, te defiendo'. Eso está guay, pero la realidad es que, 20 o 30 años después, a nadie le va a importar".

"Estoy cómodo con quien soy y con lo que es Metallica. Estoy contento con el lugar en el que estamos. Tengo una esposa increíble, tres hijos maravillosos, a mi padre y a Molly, amigos increíbles y un montón de cosas muy chulas. Todo está bien, No tengo nada que demostrar, así que todo ese odio no me afecta en absoluto".


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