George Harrison recibió 40 cuchillazos en su mansión de Londres
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Tras el asesinato de John Lennon en 1980 a manos de un fans, era de esperar que los integrantes de The Beatles se replanteasen su seguridad. El artista compositor de “Imagine” fue atacado en la misma puerta de su casa en el trayecto que va desde su coche (aparcado por el chofer en frente del edificio Dakota) y la entrada del bloque, delante de su esposa Yoko Ono. Desde luego, es para asustarse.
Uno de los que más se preocupo por su integridad y la de los suyos; fue George Harrison. Hizo instalar una alambrada, cámaras de seguridad y alarmas en todo el recinto de su mansión de 120 habitaciones de Friar Park, a 40 km de Oxford. Y es que, el que en ese momento era ya exguitarrísta de la banda británica, había sufrido varias amenazas y stalkeo de fans obsesionados. Incluso, llego a recibir algún aviso de que pretendían quemar su casa.
G3CAHN aerial view of Friar Park in Henley-on-Thames, once owned by George Harrison, Oxfordshire, UK
Asalto a su casa de Hawaii
En la Navidad de 1999, mientras pasaba las fiestas en su casa de Londres, ya nombrada anteriormente, Harrison recibió una llamada desde su casa de Hawaii. Una mujer había irrumpido en su casa de la isla. La mujer, identificada como Cristin Keleher, había forzado una de las ventanas y había conseguido acceder a la vivienda. Por suerte, no hizo nada hostil. Solo puso una lavadora para limpiar su ropa, se abrió una cerveza y llamo a su madre para contarle donde se encontraba.
La policía la encontró comiendo pizza en la cocina. La mujer se sorprendió mucho de los delitos de los que la acusaron, ya que según Keleher, entre Harrison y ella había una clara conexión psíquica, y dijo que debió tratarse de un error.
40 cuchillazos
Tras el incidente de Hawaii, Harrison decidió relajarse en su fortificada casa de Friar Park junto con su mujer, su hijo y su suegra. Se acababa de recuperar del cáncer de garganta, y quiso cerrar el milenio centrando sus esfuerzos en estar con su familia, tocar un poco en su estudio y cuidar el inmenso jardín que poseía. Pero por desgracía, su entrada en el año 2000 no fue de los más agradable.
El 30 de diciembre, mientras dormían, entorno a las 3:30 de la noche, un hombre consiguió pasar el alambrado y rompió una de las ventanas de la mansión con una estatua del jardín. El hombre iba armado con un cuchillo y una lanza de la misma estatua. Harrison, al ver que la única barrera entre el hombre y su familia era él, decidió intervenir. El músico acabo recibiendo 40 cuchillazos. Aun así se salvo, por los pelos. No había alcanzado ningún órgano vital.
La policía identifico al hombre como Michael Abram, de 33 años, de Liverpool. Un antiguo adicto a la heroína con problemas mentales que había llegado a la conclusión de que los Beatles estaban poseídos. Una obsesión que luego se supo que también tuvo con Oasis.
George Harrison murió al año siguiente, el 29 de noviembre, con cuidados paliativos a causa de un nuevo surgimiento de su cáncer. Murió en paz, rodeado de su familia y amigos en Los Ángeles, en una casa de su amigo Paul McCartney.
