La guitarra que Andy Summers (The Police) se arrepiente de venderle a Eric Clapton: “Ahora vale dos millones”

El que fuera guitarrista de The Police, Andy Summers, como te puedes imaginar, ha tenido -y vendido- muchos instrumentos a lo largo de su vida, pero hay una guitarra en la que no deja de pensar. Se trata de un valiosísimo instrumento, una Gibson Les Paul, que le vendió a su viejo amigo Eric Clapton.

En una charla con Rick Beato (vía Louder Sound), Summers cuenta que, a mediados de los 60, él y otros artistas como Jeff Beck, Albert Lee y Clapton solían salir por The Flamingo Club, un local nocturno del Soho de Londres en el que también solían tocar. Fue justo allí, en una prueba de sonido de un concierto de John Mayall, en el que Clapton se fijó en el instrumento de Summers.

"Entré con una Les Paul sunburst preciosa y me dijo: '¿Dónde la has conseguido? Ingenuamente, le dije: 'Oh, al final de la calle, en la tienda de Rose Morris... tienen otra'. Si hubiera tenido cerebro, habría comprado las dos, ¿quién lo iba a decir? - ya que ahora valen alrededor de un millón de dólares cada una. Así que Eric fue y la consiguió".

Pero la historia no acaba ahí. Y es que Summer afirma que la Les Paul de Clapton fue robada. En lugar de asumir que la había perdido para siempre, Eric se fijó en la de Andy... y no la iba a dejar escapar.

"Sabe que tengo la otra, así que empieza a llamarme sin descanso", recuerda Summers. "Yo me había pasado a una Telecaster blanca del 58 y, por alguna razón, me gustaba más que la Les Paul, no sé si por la configuración de las pastillas o por lo que fuera, y él sabía que también la tenía. Pero siguió llamando y llamando, y yo dije: 'No, no quiero venderla'... así que seguí resistiéndome. Al final me llamó tantas veces que accedí a venderla con algunas dudas. No me sentía muy bien, pero él la quería de verdad, así que acordamos un precio".

A la pregunta de por cuánto vendió el instrumento, Summers responde: "Le cobré 200 libras por ella: ¡ahora vale unos dos millones!".

Summers recuerda traerle la guitarra a Clapton en los estudios Advison de Londres en el momento en el que el hacha estaba grabando 'Fresh Cream' (1966), el álbum debut de Cream.

"Estaba allí con Jack Bruce y Ginger Baker, y cuando salí... por alguna extraña razón la sala del estudio se oía a través de la megafonía en el vestíbulo, y podías oírlos a todos hablando y él decía: '¡Maldita sea, es genial! ¡Guau!'. Me sentí fatal por haber dejado que Eric Clapton se quedara con mi Les Paul".