Ian Anderson (Jethro Tull): “Me inquietaría hacer música genérica como The Rolling Stones o The Who”

El frontman de Jethro Tull también habla de su sonido o de la adicción de Jimi Hendrix

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En una nueva entrevista con The Telegraph (vía Louder Sound) el frontman de Jethro Tull, Ian Anderson, ha calificado a The Rolling Stones y a The Who como bandas “genéricas”, además de hablar sobre los “apetitos” de Led Zeppelin y Jimi Hendrix por el sexo y las drogas.

Jethro Tull se prepara para lanzar 'The Zealot Gene', el primer disco de la banda desde 2003.

Ahora, en esta nueva charla, Anderson se ríe de aquellos que pensaban que el punk acabaría matando al rock progresivo.

Creo que los punks pensaban que eran la triple vacuna y que eliminarían del mundo el terrible virus del rock progresivo, dice el cantante. “Por desgracia, como en el mundo real, el virus tiende a volver algo cambiado o en una forma vigorizada”.

“Aún no estoy listo para colgar el chaleco”, prosigue Anderson.

Eso sí, el punk rock no es lo único que Ian Anderson está listo para criticar. El artista también se ha despachado con sus compañeros de banda.

“A lo largo de los años, Jethro Tull trabajó duro”, dice. “Algunas personas podrían decir que lo demasiado, pero es mejor hacerlo y caerte de cara que sentarte cómodamente para mantenerse en la línea. Me inquietaría hacer música genérica como The Rolling Stones, The Who o Ramones en el mundo del punk”.

“Me encantaba el blues, pero para mí era una forma pragmática de abrir la puerta, porque no era lo que quería hacer a nivel musical”, añade. “Las señales fueron el 'Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band' y también 'The Piper at the Gates of Dawn' de Pink Floyd. Pensé: 'Quiero intentar hacer algo como esto, algo que fuera ecléctico”.

En la charla, Anderson también ha hablado sobre los excesos de los rockeros de las décadas de 1960 y 1970. Hay quien, en aquella época, le consideraba un “snob engreído” por no ser parte de aquellas bacanales. Pese a todo, el músico está seguro de que mucho de lo que se cuenta se ha exagerado con el paso de los años.

Posiblemente no era tan típico que el estilo de vida fuera el de ir de fiesta tan duro, durante tanto tiempo. Es más un deseo, aunque Led Zeppelin, en ocasiones, hacían cosas muy salvajes”.

“Pero cuando yo no les conocía tanto, parecían un puñado de chavales normales que difrutaban un poco de la compañía femenina cuando la conseguían... que era, posiblemente, no más de tres o cuatro veces al día”, narra.

El cantante también ha recordado cómo era Jimi Hendrix, al que conoció en oscuro pasillo de un hotel en el que ambos se escondieron para huir de la prensa.

“Me encendí un cigarrillo y miré al pasillo, podía ver brillar otro cigarro”, dice. “Pude reconocer el perfil de Jimi Hendrix. Me dijo: 'Oh, tío, no me gustan estas cosas. La gente no me deja en paz'. Intercambiamos algunas palabras de entendimiento mutuo por no ser tipos fiesteros”.

“Pero un par de años después, cuando tocamos en algunos festivales en Estados Unidos, estaba rodeado de una falange de lacayos cuyo principal propósito era el de entretenerle, tenerle despierto a todas horas y suministrarle un continuo suministro de diferentes drogas. Creo que todavía era una persona callada y modesta en privado, pero había trabajado mucho en ser un fiestero y, en cierto modo, creo que su muerte era inevitable”.

RockFM