El ingenioso engaño de Paul McCartney a un grupo de músicos para grabar la última canción de los Beatles

Paul McCartney ha explicado que nunca le dijo a los músicos que grabaron los arreglos de “Now And Then”, la última canción de los Beatles, que el tema era la última canción de los de Liverpool. De hecho, en su lugar, les dijo que estaban grabando un tema en solitario del artista.

Así lo cuenta el artista en 'Now And Then – The Last Beatles Song', el mini documental de 12 minutos que la banda subió a YouTube como parte del estreno de la canción, en efecto la última en la que podremos escuchar a los cuatro artistas juntos.

El artista ha hecho equipo con Ringo Starr, el otro miembro superviviente de los cuatro de Liverpool, en esta nueva canción. Como puede que sepas, el tema nace de una demo grabada por Lennon poco tiempo antes de ser asesinado en diciembre de 1980 a los 40 años.

Durante la reunión de los Beatles en el estudio de grabación en los 90, McCartney, Starr y George Harrison intentaron rescatar este tema junto a “Real Love” y “Free as a Bird”, pero la disposición de su grabación impidió que alcanzara la calidad suficiente como para lanzarlo.

No fue hasta que Peter Jackson ('El Señor de los Anillos') desarrolló una tecnología impulsada por la Inteligencia Artificial para restaurar audio e imágenes para el documental 'Get Back' que el tema pudo, de forma realista, tener el potencial para completarse. La tecnología ha conseguido “extraer” y limpiar la voz de Lennon en su demo casera. Después, los Beatles supervivientes han tocado en el tema y se han añadido las guitarras que Harrison dejó grabadas en los '90. Un verdadero “viaje en el tiempo” para que, a través de tres décadas completamente distintas, los de Liverpool vuelvan a tocar juntos.

McCartney y Ringo Starr, además, contaron con los productores Jeff Lynne y Giles Martin, siendo este último el hijo de George Martin, difunto productor de los Bealtes.

Sea como fuere, a lo largo del metraje, McCartney recuerda cómo fue el proceso de agregar los arreglos de cuerdas a la canción en los Capitol Studios de Hollywood, California.

"Giles hizo un arreglo como el que habría hecho su padre en los viejos tiempos", explicó. "Tuvimos que poner la música en los atriles para los músicos, pero no podíamos decirles que era una nueva canción de los Beatles. Todo era un poco secreto. Fingimos que era algo mío".

Después de su emisión, el violinista Charlie Bisharat, que no supo hasta el momento de la emisión que participaba en el single final de la banda, dijo lo siguiente (vía NME): "Es absolutamente épico formar parte de esto", dijo. "En aquel momento no sabíamos lo que era. Muchas veces trabajamos en proyectos, no salen o salen años después o algo así”.

"De hecho, había buscado esta canción muchas veces en Internet y pensé: '¿Qué ha pasado con eso? Nunca se publicó'. Hace un año y medio que grabamos las cuerdas para ella".

“Ser parte de esto es más que épico, es un sueño de toda la vida hecho realidad”, concluye.