James Hetfield cumple 57 años
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Un día como hoy, 3 de agosto, pero de 1963, llegaba al mundo James Alan Hetfield. Hijo de un camionero y de una cantante de ópera, por cuya sangre corría ascendencia alemana y británica, educado bajo las creencias del grupo religioso Ciencia Cristiana, quienes rehúsan de los fármacos para las cura de enfermedades. Algo que nuestro protagonista no pudo comprender cuando perdió a su madre en plena adolescencia.
Con estos mimbres y la pasión por la música, fue forjando una personalidad dura, que sumado a su amor por formaciones como Black Sabbath, Thin Lizzy, Kiss o Motörhead, fue desembocando en su interés en formar su propia banda, pasando por diversos proyectos hasta que su camino se cruzó con el de Lars Ulrich. Juntos formarían a la postre la banda más importante y rentable de la historia del metal, desarollando su sonido desde los inicios del thrash metal, pasando por el hard rock y regresando al metal, siempre con una característica identitaria que, fuera de sus batallas legales, demonios internos y egos, les ha hecho una de las bandas más influyentes y queridas de la historia de la música.
Y es, probablemente, en la figura de James Hetfield donde respira su condición más pura y esencial. Genuino en su sonido, sobresaliente en su ejecución y cuya única falla reside en su plano personal, el cual respetamos y esperamos de corazón que más pronto que tarde, podamos volver a disfrutar de él y sus compañeros, en una nueva gira de Metallica, la banda más grande que ha parido el metal, le pese a quien le pese, rompiendo todos los récords, alcanzando nuevas metas y mostrando el camino a diferentes generaciones de bandas, que aunque hayan desarollado su camino en uno u otro sonido determinado, sin duda han bebido de los acordes e ideas de la mente única y brillante de James Hetfield.
¡Feliz cumpleaños!