El lado más oscuro del “We Are the World”: “Me sentí utilizada”

Sheila E. desvela el lado más oscuro del single benéfico más famoso de la historia

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La cantante y reputada multinstrumentista Sheila E. ha afirmado que se sintió “usada” por el equipo creativo detrás del legendario single “We Are the World”. La artista afirma que se le prometió que cantaría una estrofa en solitario que nunca llegó a tener... todo para intentar meter a Prince en el tema.

Así lo cuenta la artista en el documental de Netflix 'The Greatest Night in Pop' (vía Ultimate Classic Rock), en la que se cuenta cómo se montó el proyecto musical, aún a día de hoy uno de los más ambiciosos jamás realizados en la historia de la música.

Para juntar a muchos grandes artistas en un solo lugar, la idea del equipo creativo fue brillante: habría que convocarles justo después de los American Muisc Awards, donde estuvieron presentes nombres como Michael Jackson, Lionel Richie o Quincy Jones.

"En aquella época yo era la telonera de la gira Purple Rain de Prince, era un no parar", explica Sheila E. en la cinta. "Cuando llegué a los AMA, estaba delirando. Y estaba nerviosísima. Recuerdo que Lionel me dijo: 'Después de los AMA todo el mundo va a ir a cantar esta canción y quiero que tú cantes una de las estrofas', y yo dije: 'Oh, por supuesto'".

Prince había trabajado con Sheila, tocando y componiendo en cada canción de su primer disco, 'The Glamorous Life' (1984). Ambos, además, tenían un vínculo de carácter romántico. "Lionel dijo que esperaba que Prince también cantara un verso", recordó. "Yo le dije: 'Guay, pero ya sabes, lo hará cuando él quiera'".

Por aquel entonces, Prince y Jackson luchaban por dominar las listas de éxitos pop. "La rivalidad era real", recuerda Richie. "Hubiera sido genial que Michael y Prince hubieran cantando juntos. Era una gran declaración que incluso estos dos tipos, por salvar vidas, podían unirse para hacer eso".

Sheila E. fue parte del grupo de cantantes al principio de la sesión, ilusionada de cantar y de formar parte de aquel grupo de artistas, con los que llegó hasta a intercambiar autógrafos: "Llamé a Prince para contarle cómo iba todo", recuerda. "Le dije: 'Creo que deberías venir. Es muy guay y ya sabes, todo el mundo está pasando un buen rato'". Pero Prince tenía otros planes.

"Ahora estoy al teléfono con Prince", continúa Richie. "Me dijo: 'Quiero tocar un solo de guitarra. En otra habitación'. Le dije: 'No, no, no es... estamos todos en la misma habitación. Necesito que vengas y cantes'". Jones apoyó a Richie: "Resulta que no necesitamos una guitarra en ella".



Y Sheila E. se marchó

Esto, por desgracia, jugó en contra de Sheila E.: "Se estaba haciendo tarde y yo tenía ganas de cantar una de las estrofas. Pero no paraban de preguntarme: 'Oye, ¿crees que puedes traer a Prince?'. Empecé a sentirme como si me estuvieran utilizando porque querían que Prince apareciera y cuanto más tiempo me retuvieran más posibilidades había de que Prince se presentara".

Al final, se hartó. "Ya sabía que no iba a venir, porque había demasiada gente y se sentiría incómodo. Le dije a Lionel: 'Me voy a ir'. Nunca tuvieron intención de que cantara una estrofa, lo que fue un poco desgarrador".

Con Prince ya fuera de escena, se necesitaba un nuevo solista. "Michael vino a verme y me dijo que Prince no vendría, así que necesitábamos un solista: '¿Quién me recomiendas?'", recuerda Kenny Loggins. "Le dije que Huey Lewis. Huey Lewis tiene una gran voz solista".

"Así que ahora me toca la línea de Prince", recuerda Lewis, todavía incrédulo casi cuatro décadas después. "Son zapatos muy grandes que llenar. A partir de ese momento, me puse muy nervioso".





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