Se llevó sin pagar una guitarra de 20.000 dólares: Jake Kiszka (Greta Van Fleet) cuenta lo sucedido
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Hay historias únicas que unen a guitarra y guitarrista. Este es el caso de Jake Kiszka, el guitarrista de Greta Van Fleet, quien recientemente recordó la conmovedora historia de cómo llegó a su vida su principal instrumento. Un historia digna de ser contada, ya que no pagó ni un solo dólar por una guitarra valorada en 20.000.
El artista ha confesado en una entrevista con Guitar que sintió una "intervención divina" al verla. Algo que debió sentir también el dueño de la tienda, que se ofreció a dejársela por un tiempo. Todo esto, en un momento en el que Greta Van Fleet no había cosechado la fama internacional de la que goza ahora. La guitarra de la que habla Jake es su Gibson Les Paul Standard de 1961.
“Cuando salimos de Michigan, Josh y yo debíamos de tener 20 años, y Sam y Danny unos 17, y nos pusimos manos a la obra. Una de las paradas de esa primera gira fue Chicago y, por supuesto, nos detuvimos en el Chicago Music Exchange mientras estábamos allí”.
“Como habíamos crecido en una ciudad de 5.000 habitantes en medio de un montón de campos de cultivo, el acceso que teníamos a los instrumentos era bastante limitado, así que estar en esta enorme tienda de instrumentos que tenía de todo - vintage, contemporáneo, de todo - fue como: '¡Wow!'”.
“Y el dueño nos llevaba de un lado a otro y nos decía: 'Si veis algo que os guste, decídmelo y podemos traerlo...'. Así que yo iba de un lado a otro diciendo: 'Bueno, esto mola, esto mola, esto también mola...'”.
“Pero entonces me tropecé con esa guitarra, y la llevamos a su apartamento, que estaba justo al final de la calle, y la enchufamos... Y fue como una intervención divina, porque ese era el sonido que había estado intentando encontrar prácticamente toda mi vida. Desde que era un niño y cogía una guitarra a los tres años, ese era el sonido”.
Lo mejor de todo es que, pese a que en aquel momento Greta Van Fleet no era un grupo reconocido a nivel mundial como lo es ahora, el dueño de la tienda, dejándose llevar por la pasión que había mostrado Jake al ver el instrumento, insistió en que se lo llevase sin pagar nada, confiando en que se lo devolviese poco más tarde.
“Yo ni siquiera había tenido un amplificador de válvulas hasta entonces, ¡tocaba cosas de estado sólido! Ni siquiera nos habíamos hecho un nombre, estábamos empezando a salir de gira, y me dijo: 'Lo que has oído, creo que yo también lo he oído... llévate esta guitarra de gira y me la devuelves cuando puedas'”.
"¡Este tipo simplemente dejó que este chico se llevara una guitarra de 20.000 dólares por la puerta! Y un año después pude devolvérsela, pero aún tengo que agradecérselo, ¡hasta hoy somos amigos!".
