Mikkey Dee (Motörhead) desvela la verdadera cara de Lemmy: "No era como todo el mundo cree"

El batería de Motörhead se sincera sobre cómo era la convivencia con Lemmy día a día

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En una nueva entrevista con The MetalSucks Podcast, el que fuera batería de Motörhead, Mikkey Dee, ha hablado sobre cómo era realmente convivir día a día con Lemmy, afirmando que el legendario artista no era "como todo el mundo cree". Además, el músico también ha explicado cuál es el disco de Motörhead que menos le gusta.

"Creo que hay discos como el 'Bastards' (1993) que nos salieron realmente bien, quiero decir, dentro de que siempre tuvimos críticas positivas por nuestros álbumes, creo que no están nada mal".

"Obviamente no ganamos un Grammy por cada disco que sacamos, ya sabes, pero es que ese no era realmente nuestro objetivo. Todavía pienso que nos han reconocido muy decentemente por cada álbum que hemos sacado porque siempre nos han preocupado los fans".

"Y desde el punto de vista de los fans, todos los discos fueron bastante buenos. Después tienes algunos discos que, quizás, no son los mejores. Por ejemplo, 'Hammered' (2002) es uno de los que menos me gustan porque es demasiado oscuro para nosotros".

"En aquel momento, con el 11-S de Nueva York, no era un momento demasiado feliz en Estados Unidos, era algo realmente raro. Así que ese disco es, probablemente, el que menos me gusta, pero, por lo demás, creo que todos salieron bien".

Respecto a los procesos de factura de los discos, Mikkey Dee rompió algunos mitos sobre Lemmy, afirmando que tampoco era un obseso del trabajo en el estudio de grabación, puesto que su verdadera pasión era otra.

"Era muy obsesivo y al mismo tiempo no, porque a veces, de hecho, le llegué a ver siendo muy perezoso. Lo que más le gustaba era salir de gira, eso era lo que él realmente amaba, le encantaba estar de gira y, sobre todo, subido al escenario".

"Esa era su vida, no quería quedarse en casa sin hacer nada, quería estar en la carretera, ir de hotel en hotel, a las pruebas de sonido, estar con el equipo, conocer gente nueva y pasar tiempo con nosotros y Phil Campbell. Esa era su familia y eso es con lo que se sentía más cómodo".

Dee pasó, entonces, a hablar sobre si, realmente, Lemmy era tan intimidante como mucha gente se imagina que era. Dee, pese a todas las anécdotas que giran al rededor de la figura del bajista, afirmó que el músico no era como mucha gente se lo imagina.

"Mira, le conocí durante muchos, muchos años. Pasé 34 años con Lemmy. Hicimos algunas cosas con él durante 10 años antes de entrar a tocar con la banda. Recuerdo que le conocí en Londres".

"Durante todo este tiempo, siempre supe que no era un monstruo. Obviamente le conocí mejor durante los 25 años en los que tocamos juntos, pero sabía que no era como la gente le pintaba, era un verdadero caballero. Era un tío muy calmado, y muy educado, en cierto modo".

"Me fascinaba Lem porque, en el avión, lo mismo le tocaba sentarse con un sacerdote en un viaje de Londres a Los Ángeles y podía hablar con él durante todo el trayecto. Después, en el viaje de vuelta, le tocaba un corredor de bolsa y podían hablar el mismo número de horas. Más tarde, lo mismo camino de Japón, se sentaba con una ama de casa y pasaba lo mismo. ¿Me entiendes?".

"Sabía mucho sobre casi todo, era muy fácil hablar con él, y no era un monstruo. Mucha gente se sentía intimidada, quizás por cómo lucía o lo que habían leído sobre él y cosas así, pero era el más calmado de todos nosotros. Se solía sentar en backstage a leer sus libros y poco más".

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