El motivo por el que Paul Rodgers no forma parte del Salón de la Fama del Rock

Paul Rodgers ha dicho "no" al Salón de la Fama del Rock and Roll. Así lo ha desvelado en una reciente entrevista con el conocido locutor Eddie Trunk. Según ha confesado el artista, recibió una invitación para pasar a ser parte del prestigioso (y también polémico) Rock & Roll Hall of Fame, pero que rechazó la oferta.

Por supuesto, sobra decir que los méritos del cantante son más que suficientes para que forme parte del Salón. No hay más que recordar que los grupos de Rodgers (Free y Bad Company) han vendido más de 40 millones de álbumes en todo el mundo. Por no hablar de que fue el vocalista de Queen durante cinco años. Banda, por cierto, que pasó a formar parte del Salón de la fama en el año 2001.

Paul Rodgers está considerado como una de las mejores voces de la historia del rock. De hecho, su nombre siempre ha aparecido ligado al Salón, entendiendo como una decisión injusta que no formase parte del mismo. Sin embargo, ahora entendemos los motivos... Él mismo rechazó una oferta para entrar en la institución.

Sus 11 derrames en 7 años

Sí, has leído bien. Paul Rodgers, cantante de Bad Company, ha revelado que ha sufrido 13 derrames cerebrales en los últimos siete años. El que fuera cantante de Queen entre 2004 y 2009 ha detallado sus problemas de salud durante una entrevista con la CBS (vía Ultimate Classic Rock). Según ha confirmado el artista, tuvo que enfrentarse a once accidentes cerebrovasculares menores y dos mayores: uno en 2016 y otro en 2019. Precisamente, este último, fue el que le dejó muy debilitado, tal y como ha comentado.

"No podía hacer nada, la verdad. No podía hablar. Eso era lo más extraño. Ya sabes, preparaba algo en mi mente y lo decía, pero no era eso lo que salía y me decía: '¿Qué demonios acabo de decir?", comenzaba explicando Rodgers.

"Me cortaron el cuello y me dijo que tuvo mucho cuidado porque sabía que yo era cantante y que cuando se corta el cuello es muy cerca de las cuerdas vocales". Me dijeron, fueron muy claros: 'Puede que no salgas vivo de esta'", detallaba el cantante la endarterectomía a la que había sido sometido para eliminar la placa que obstruía una de sus arterias. Una operación con un gran riesgo.

Por su parte, la esposa del cantante, Cynthia Kereluk Rodgers, describió la terrible experiencia como "aterradora". "No hacía más que rezar. Lo único que quería era poder volver a caminar y hablar con él. Eso es todo lo que pedía", comentaba. Tras la operación, Rodgers tardó seis meses en volver a coger la guitarra. Le costó aún más cantar, pero poco a poco fue recuperando la destreza. "Cada cosa era un paso adelante. Cada cosa que hacía era un logro. Puedo hacer esto. Puedo cantar'", recordaba Rodgers.