Ozzy Osbourne, su fría infancia y la tarta con la que drogó a un amigo sin querer

Ozzy Osbourne nos habla de su infancia y de una de las anécdotas más extrañas de su vida

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En una nueva entrevista con la revista CQ, Ozzy Osbourne ha explicado que el actual propietario de la casa donde se crió la está utilizando como atractivo turístico, cobrando a la gente por pasar la noche en el dormitorio de su infancia. Además, ha hablado de su infancia y, también, de cómo una visita se comió, por error, una tarta de hachís que había hecho y que acabaría metiendo en problemas al cantante.

Desde luego, se trata de una experiencia brutal para todos aquellos fans de Black Sabbath y Ozzy Osbourne que persigan intentar meterse lo más dentro posible en el origen del heavy metal y de la infancia de todos aquellos jóvenes de Birmingham que estaba destinados a cambiar la música para siempre.

Eso sí, según admite hasta el mismo Ozzy, pasar la noche en su antiguo dormitorio es una experiencia excesivamente cara para lo que realmente se puede ver en esa casa, teniendo en cuenta, sobre todo, que, de no haber sido el domicilio en el que se crió, el inmueble valdría más bien poco.

"Cobra 400 libras (445 euros) la noche", explica el cantante. "¡La puñetera casa entera ni siquiera valía 300 en su momento!".

"Deben haber ampliado mucho el baño", afirma en tono irónico. "Te voy a decir una cosa. Volver después de todos estos años fue una experiencia muy rara. Cuando eres pequeño todo te parece enorme. Piensa que, en esa casa, estábamos, yo, mi padre, mi madre y mis cinco hermanas y hermanos, éramos ocho en casa. Es muy pequeña y me hizo pensar en cómo narices conseguimos salir adelante".

Lo que también recuerda Ozzy es que, en su familia, no eran muy de profesar amor los unos por los otros. Al contrario, puesto que tanto sus padres como sus hermanas eran realmente distantes a nivel emocional.

"Nunca fui capaz de decirles a mis padres que les quería. Mis padres tampoco me lo dijeron a mí. Eso no era algo que se hiciera en nuestra casa. Si le decía a mi hermana que la quería, ella se enfadaba muchísimo. Incluso ahora, que hablo de vez en cuando con mi hermana mayor, le digo que la quiero y nunca me dice que ella también. Cuando era un niño, era un signo de debilidad decirle a tus padres que les querías".

El músico también ha contado una de las anécdotas más curiosas de su vida. Y es que, por error, el músico le dio de comer droga a un amigo que fue de visita a su casa cuando era joven.

"Qué desastre... Había comprado algo de hachís y había hecho tarta con él. Lo puse en un recipiente y me fui al bar. Le dije a mi ex-mujer que no dejara que nadie se comiera la maldita tarta, porque le sentaría fatal".

"En cualquier caso, volví del pub unos días después y me encuentro a nuestro vicario en casa, tomándose el té con un trozo de tarta para acompañarlo. Yo no tenía carné de conducir y, claro, el pobre hombre cogió y se desmayó en la cocina. Tuve que agarrarle, dejarle en la parte de atrás de su coche y conducirlo hasta su casa para, después, volverme a pie hasta la mía. No le vi durante dos semanas, ¡pensé que le había matado!".

"Por suerte, le vi una mañana en el pub y me dijo: 'He debido de pillar una gripe en tu casa, porque he estado tres días alucinando'. Me alivió mucho verle, ¡joder, estaba vivo! No sabes el pedazo de tarta de hachís que se comió sin darse cuenta".

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