Pink Floyd estarían a punto de vender su catálogo: la cifra da vértigo
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Pink Floyd estarían cerca de vender su catálogo por 400 millones de libras, casi 500 millones de euros. (vía NME)
El pasado mayo, se filtró que la legendaria banda estaba planeando vender su catálogo y que, en caso de hacerlo, el precio sería de cientos de millones.
Ahora, se ha confirmado que el acuerdo alcanzaría los 400 millones de libras y que incluiría todo su catálogo. El grupo Blackstone estaría compitiendo con multinacionales como Sony, Warner y BMG para cerrar el acuerdo lo antes posible.
El acuerdo incluiría todas las canciones y los masters de Pink Floyd. Esto, además, sucede después de que, hace unos meses, la banda se reuniera para grabar “Hey, Hey, Rise Up!”, el primer tema original del grupo desde que, en 1994, publicaran 'The Division Bell'. ¿El motivo? Concienciar sobre la invasión rusa de Ucrania y recaudar fondos para aquellos afectados por la guerra.
Sobre la canción, Gilmour dijo lo siguiente: "Espero que reciba un amplio apoyo y publicidad. Queremos recaudar fondos para organizaciones benéficas humanitarias y elevar la moral. Queremos expresar nuestro apoyo a Ucrania y, de ese modo, demostrar que la mayor parte del mundo piensa que es totalmente erróneo que una superpotencia invada el país democrático independiente en el que se ha convertido Ucrania”.
El cantante, que tiene familia ucraniana, añadió: "Nosotros, como tantos, hemos sentido la furia y la frustración provocada por este vil acto de que un país democrático, independiente y pacífico sea invadido y su pueblo asesinado por una de las principales potencias del mundo".
Hablando de la creación del tema, el artista afirmó: "Grabamos el tema y el vídeo en nuestro granero, donde hicimos todas nuestras transmisiones en directo de Von Trapped Family durante el encierro. Es la misma sala en la que hicimos las 'Barn Jams' con Rick Wright en 2007. Janina Pedan hizo el set en un día y tuvimos a Andriy cantando en la pantalla mientras tocábamos, así que los cuatro tuvimos un vocalista, aunque no uno que estuviera físicamente con nosotros."
En 2022, ya hemos podido ver cómo los herederos de David Bowie vendían todo el catálogo del artista a Warner Chappell Music, subsidiaria de Warner Music Group, por unos 250 millones de dólares. La tendencia de vender los derechos es cada vez más común. Los músicos vivos tampoco son una excepción, como pudimos ver el pasado diciembre con Bruce Springsteen, que se embolsó 500 millones de dólares por el trabajo de toda su vida, la cifra más alta que nadie ha conseguido llevarse por su catálogo musical.
Si tienes curiosidad por saber el motivo por el que tanto autores venden los derechos de su música, la premisa es sencilla. Compañías como Sony o Hipgnosis, a las que cada vez les ha salido más competencia, ofrecen una cantidad ingente de dinero, equivalente a lo que podrían cobrar por derechos de autor en una o dos décadas, a los autores de los temas. En el caso de músicos de avanzada edad, resulta más económico recibir un gran ingreso de liquidez al momento antes que mantener unos ingresos estables por sus obras que se prolonguen en el tiempo. Por ejemplo, en el hipotético caso de que a Nikki Sixx, que vendió sus temas en 2020, le hubieran ofrecido 15 o 20 años de ingresos por su música, el bajista se embolsaría directamente todo lo que podría ganar -en potencia- en las próximas décadas por sus canciones. La empresa, mientras tanto, invierte en un catálogo al que le sacará muchísima más rentabilidad en los años venideros e incluso a largo plazo.