Red Hot Chili Peppers odiaron a Chad Smith en su primera audición: “Toca la batería y vete a la mierda”

Aunque Smith es conocido mundialmente por ser el batería de RHCP, la historia podría haber sido muy distinta

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Red Hot Chili Peppers odiaron a Chad Smith cuando hizo su primera audición para la banda en 1988, tal y como ha explicado el productor Michael Beinhorn en una nueva entrevista con Rick Beato (vía Loudwire).

En aquella época, la banda acababa de perder a su guitarrista, Hillel Slovak, que falleció por una sobredosis de heroína, y reclutó a John Frusciante para sustituirle. Por si eso fuera poco, el grupo también había despedido a D.H. Peligro, algo que provocó que el grupo tuviera que hacer audiciones buscando alguien nuevo que se encargara de las baquetas.

"Pensé: 'Oh, esto son los Chili Peppers. No vamos a tener ningún problema en absoluto para conseguir un nuevo batería'", recuerda ahora Michael Beinhorn, que por aquel entonces trabajaba con la banda. "Pero nunca he visto un grupo de baterías más mediocre bajo un mismo techo en toda mi vida".

El último batería, de hecho, que hizo la audición fue Smith, quien, según Beinhorn, entró "como si fuera el dueño".

"Y todos le odiamos de inmediato", recuerda el productor. "Todo el mundo le mira y dice: 'Este puto tío. Qué gilipollas'".

La banda, por supuesto, no era precisamente fan del atuendo ni de la actitud de Smith:

"Parece de un grupo de metal", explica Beinhorn. "Lleva un pañuelo en la cabeza y cosas así. No está bien. Y me dije a mí mismo: 'Quiero que este tipo se vaya'. ¿Cómo te llamas? ¿Chad? El nombre perfecto. Toca la batería y vete a la mierda".

Por supuesto, Smith consiguió enamorar a los Red Hot Chilli Peppers con lo que mejor se le daba, tocar: “Desde el primer golpe pensé: 'Dios mío'", confesó el productor. "Era muy bueno. Era TAN bueno. Y ocurrió algo en esa sala que sólo he experimentado unas pocas veces en mi vida, como si literalmente se hubiera abierto un portal de energía... Fue como si se abrieran un montón de puertas, como si se recitara un conjuro mágico y todo se pusiera en su sitio, como en una película... Todo cambió. Fue increíble".

Según Beinhorn, al verle tocar, la banda no tuvo otra opcióm que acabar fichándole: "No sólo era el mejor batería que había hecho la audición, es probablemente el mejor batería con el que han tocado en toda su vida. Sabían a lo que se enfrentaban y el ambiente era increíble. Era tan bueno que no podías negarlo".

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