El responsable del Fyre Festival sale de la cárcel: la mayor estafa de la historia de los festivales

¿Te imaginas ir a un festival exclusivo y encontrarte con que todo es mentira?

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Tal y como informa Loudwire, Billy McFarland, el responsable de la gran estafa del Fyre Festival, salió de prisión el pasado marzo. El empresario fue condenado por la estafa de este evento, que se promocionó como un festival de lujo en Bahamas en 2017.

McFarldand fue sentenciado, originalmente, a seis años de prisión más tres de libertad condicional. En un principio, no tendría que haber salido hasta 2024. Su encarcelamiento se consumó después de que se declarase culpable en 2018, descubriéndose, además, dos cuentas bancarias fraudulentas relacionadas con el Fyre Fest.

Pese a todo, el pasado 30 de marzo McFarland fue liberado. El empresario ha sido trasladado a un "confinamiento comunitario", probablemente en un centro de reinserción social o en su hogar, donde se quedaría hasta agosto.

En 2017, el Fyre Fest se presentó como un viaje de lujo con música en directo por McFarland y su compañero, el rapero Ja Rule. La campaña vino acompañada con la contratación de decenas de influencers para promocionar el festival. En un principio, músicos como Blink-182 fueron presentados como parte del cartel del evento, que duraría dos semanas entre abril y mayo de ese año. Sin embargo, poco a poco, los artistas comenzaron a caerse del cartel. Algo olía mal.

Por si eso fuera poco, cuando los asistentes al Fyre Fest llegaron a la isla, se encontraron con que todo era mentira: las tiendas y cabañas de lujo estaba mal puestas, no había sitio para todos, la gente se desesperaba al darse cuenta de que habían pagado, en algunos casos, miles de dólares por comodidades y lujos que no existían. De hecho, todo lo contrario, el evento se desmoronaba por momentos. No se celebró ni un concierto.

Lo que terminó de desmoronar la imagen del evento fue una foto viral. La “auténtica experiencia de la cocina isleña” que se había prometido a los asistentes se convirtió en unos tristes sándwiches. Un asistente publicó una foto de uno de ellos que se hizo viral y se recuerda hasta hoy en día.



Blink-182, posteriormente, acabó demandando a Fyre Fest después de que el evento intentara reclamar los 500.000 dólares que le habían pagado a la banda. El grupo se retiró del festival pocos días antes de su celebración, básicamente porque los medios que ofrecía el evento no solo eran limitados, sino también deficientes. Todo el merchandising del festival que no había sido vendido acabó siendo requisado y subastado por las autoridades estadounidenses.

McFarland fue investigado por el FBI por fraude tan pronto como el festival demostró ser un fiasco. No solo eso, sino que el empresario se enfrentó a diferentes demandas.

Sobre la sentencia de McFarland en 2018, el fiscal federal de Manhattan, Geoffrey Berman, dijo: "Billy McFarland ha mostrado un patrón perturbador de engaño, que resultó en inversores y clientes que perdieron más de 26 millones de dólares en dos tramas de fraude separadas”.

"Como había admitido anteriormente, Billy McFarland no cumplió sus promesas a sus inversores y clientes. Hoy, McFarland ha descubierto por las malas que las promesas vacías no conducen a la jet-set, el champán y las fiestas extravagantes: conducen a la prisión federal”.

Nunca antes un festival había decepcionado tanto: esta fue la mayor estafa de la historia de estos eventos.





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