Sid Wilson y la prueba más sangrienta para entrar en Slipknot: “Le pegué seis cabezazos a Clown”

El componente de los de Iowa demostró que estaba loco para poder entrar en la banda
Wikimedia Commons

Tiempo de lectura: 2’

Si algo está claro es que los componentes de Slipknot no tienen miedo a causar un impacto sobre el escenario, incluso aunque eso signifique que tienen que poner su salud en juego. Cuando Sid Wilson se unió a la banda de Iowa, tuvo que demostrar que era apto para el puesto. Eso no sólo implicaba demostrar que era buen músico, sino que también podía hacer locuras como dejar casi inconsciente, a cabezazos, a un compañero de banda: el mismísimo Shawn “Clown” Crahan.

En una nueva entrevista con Revolver (vía Louder Sound), Sid ha recordado cómo fue comenzar a trabajar con la banda y la violencia que tuvo que demostrar para que le aceptaran en ella: "Ya estaba ensayando con la banda y se me ocurrían partes y todo eso", ha recordado. "Pero antes de comprometerme, necesitaba ver a la banda en directo. Me decían: 'Estamos locos, estamos locos. Llevamos máscaras, estamos locos'. Y yo: 'Entendido. Comprobado. Locos'. Les dije: 'Estoy loco. Confiad en mí'".

Entonces, llevó el momento de poder ver a Slipknot en directo y, sobre todo, de demostrar que estaba tan loco como el resto de sus futuros compañeros. La banda se dispuso a tocar “Tattered & Torn” cuando Shawn bajó del escenario para causar el caos mientras cantaba, sin parar, “Kill Me” (Mátame).



"Salía al público y se peleaba con los chavales, los ataba con los cables de los micrófonos y los arrastraba por el suelo", continúa. "Yo no lo sabía, nunca había visto el espectáculo. Y puedo verle mirándome a través de la máscara mientras empezaba a cantar 'Mátame'. Le veo salir de detrás de su instrumento y puedo sentirlo”.

"Me dije: 'Viene a por mí. Quiere demostrarme que están locos y que yo estoy jodidamente loco'. Y yo estaba como: 'Vamos allá'. Empecé a correr, y empecé a saltar por encima de la gente, agarrando sus hombros y saltando por encima. Y luego me arrastro a través de la parte delantera de la multitud. Llego allí, y él se estaba preparando para dar un paso fuera del escenario. Miró hacia abajo para colocarse, y miró hacia arriba, y yo estaba allí”.

"Lo agarro, y le doy seis cabezazos. Bam, bam, bam. Voy a por el séptimo y me empuja, se cae y se arrastra hacia Joey Jordison. Va y le dice: 'Me importa una mierda lo que digan, ese tío está en la banda'".

¡Eso sí que es una entrevista de trabajo!

RockFM