La sorprendente historia detrás de los ojos de David Bowie, ¿por qué eran de dos colores diferentes?

Aunque muchos piensan que nació así, fue un evento traumático el que le provocó esta condición
DAVID BOWIE: Last Five Years

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Cuando pensamos en la figura de David Bowie, además de su música, es fácil que nos venga a la cabeza su potente y cambiante imagen. El músico tenía los ojos de colores diferentes, lo cual le daba aún más personalidad, al juntarlos con su palidez y su peculiar manera de vestir. No en vano, su alter ego, Ziggy Stardust, se convirtió en uno de los personajes más conocidos de la historia del rock gracias, en parte, a su aspecto de alienígena. 

Sin embargo, el motivo de que los ojos del Duque Blanco lucieran así fueron mucho más terrenales de lo que piensas. El primer motivo por el que podrías pensar que Bowie tenía los ojos de dos colores distintos, es que sufriera de la condición denominada como heterocromia, que provoca que los ojos de una persona sean de dos colores distintos desde que nace. Sin embargo, esto no es así. 

Lo cierto es que David Bowie sufría lo que se denomina como anisocornia, esto es, hablando mal y pronto, una condición médica por la cual una pupila está, constantemente, más dilatada que la otra. El iris, lo que viene a ser la parte con color del ojo, no puede reaccionar a la luz de la misma manera que el del otro, así que uno de los ojos parece más oscuro que el otro. 

Sin embargo, como te hemos dicho antes, esto no le vino de nacimiento al artista, sino que fue el resultado de una pelea con un amigo por un conflicto amoroso con una chica durante su adolescencia. Todo ocurrió en 1962, cuando David Bowie, conocido entonces como David Jones, tuvo un duro rifirrafe con  su amigo George Underwood, quien le acabó golpeando en la cara con la mala suerte de que, con una uña, le arañó el ojo. 

“Di una fiesta porque cumplía 15 años. Una de las razones por las que la monté fue porque los dos estábamos detrás de una chica. Todo era una excusa para poder  hablar con ella. Antes de que se fuera, le pregunté si podía verla en el club joven al siguiente miércoles”, narró Underwood en 2016. 

“Justo antes de quedar con ella, David me llamó y me dijo que la chica ya no quería verme porque quería salir con él, lo cual era una mentira. ¡Fui al club un rato después y sus amigas me dijeron que la muchacha me había estado esperando durante una hora!”, continuó. “Solo quería dejarle el ojo morado por lo de la chica, nunca pensé que le dejaría una marca para toda su vida”, finalizó, explicando la razón por la que había golpeado a Bowie con tal saña. 

Aquella lesión provocó que el futuro artista tuviera que tratarse el ojo durante cuatro meses, tras lo cual, los médicos afirmaron que el joven no volvería a ver con total claridad nunca más, dejándole con una pobre percepción de la profundidad espacial. Sin embargo, no hay mal que por bien no venga, ya que su ojo herido le permitió adquirir la legendaria imagen que todos conocemos hoy en día. 

Eso sí, hay que destacar que ambos no tardaron en hacer las paces y, de hecho, en montar una banda a mediados de los '60. The Konrads fue el nombre que le dieron al conjunto de corta duración. Al final, Underwood se haría diseñador e ilustrador y, tras fundar el estudio Mainartery, sería el encargado de crear las portadas de 'Hunky Dory' y 'Ziggy Stardust'. Al final, y sin querer, la imagen de Bowie en aquellos discos -y en toda su carrera- quedó marcada por el que, seguramente, sea uno de los puñetazos más importantes de la historia de la música. 

RockFM