Steve Vai tuvo que aprender canciones en sus sueños para adaptarse al ritmo de Frank Zappa

El guitarrista tenía que adaptarse a las exigencias de la gira y un espectáculo que cambiaba en todos los conciertos
Cordon Press

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Las giras siempre son intensas. Muchos conciertos, varios viajes a la semana, encuentros con los seguidores y la prensa... Durante meses, los artistas deben mantener un alto nivel de actividad que en ocasiones puede ser muy estresante. Dentro de las exigencias que tiene este tipo de vida, hay algunas más altas que otras, y si no que se lo digan a Steve Vai.

El guitarrista, en una entrevista junto a Chanan Hanspal (vía Ultimate Guitar), explicó sus rutinas durante su gira con Frank Zappa, cuando apenas tenía 20 años. Siempre iban de un lado para otro, yendo al aeropuerto, llegando a la ciudad, haciendo pruebas de sonido... Incluso había días que tocaban en dos conciertos diferentes. A todo esto hay que sumarle una dificultad mayor: nunca se tocaban las mismas canciones en los shows.

Con todo esto, al joven Vai solo le quedaba una opción, sin duda muy peculiar: “Trataba de tocar a la vez que leía las partituras por primera vez. Después lo grababa. Tenía un temporizador en mi cassette para que se encendiera en mitad de la noche y así poder escuchar esas melodías mientras dormía. Pensé que quizás llegaba a mi subconsciente”.

Esta técnica parece digna de alguna persona perezosa que no quiere practicar o memorizar durante el día, pero lo cierto es que el ritmo de vida tan frenético que llevaba durante su gira con Zappa le obligaba a tomar ese tipo de medidas. Además, debía estar preparado para tocar cualquier canción, porque todas las del repertorio podían sonar en cualquier concierto.

“Teníamos como 80 canciones, y quizás tocábamos 15 en cada concierto. Frank las elegía siempre cinco minutos antes de subirnos al escenario, y siempre era diferente, cada noche. Además, el 60% de todas ellas tenía partes de guitarra muy exigentes”, explicó Vai.

Con esa rutina, Steve Vai recuerda lo complicado que se volvía todo a veces: “Tenía que aprovechar cualquier momento para mantener todas las canciones frescas. Así que no dormía bien, estaba siempre estresado, principalmente porque nunca sabía que canción iba a ser la elegida”.

Al final, Vai contaba con la fuerza y vitalidad de los 20 años, pero eso no quita que, durante el tiempo que duró su gira junto a Frank Zappa, no estuviera al borde del colapso: “Fue un gran entrenamiento, pero psicológicamente me destrozó”, añadió el guitarrista. Así que ya sabes, la vida en la carretera no es siempre bonita. Testimonios como este nos enseñan su parte más dura.

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