Tres a las tres: Janis Joplin
Locutor RockFM
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En el día que se cumplen 50 años de su muerte, he querido traerte parte del legado musical de una de las grandes damas de la historia de la música. Una mujer que supo hacer suya la esencia del blues, para filtrarla en sus experiencias y convertirlo en la voz de una generación. Etiquetar a Janis Joplin en el rock, olviando la raíz del blues afroamericano, es una barbaridad tan grande, como creer que sus influencias provenían de nombres como The Beatles, o cualquier músico blanco de los años cincuenta.
Su raíz, tejana para más señas, bebía de los bares prohíbidos. Escenarios de protagonistas y público negro, donde los amantes del blues cogían su guitarra y algo para beber de alta graduación, dejando que la música fluyese. Nada que ver con actos milimetrados y a conciencia. De la naturalidad, de la rebeldía real, de vivir sin miedos y de forma autónoma. Ahí encontramos la célula matriz de una voz que se rompió por la vida y brilló por la autenticidad.
Así las cosas, he querido rescatarte tres canciones básicas en su carrera, como son:
Ball And Chain – Su versión del clásico de Big Mama Thornton, que aparecía en su segundo de estudio (Cheap Thrills) junto a Big Brother And The Holding Company. Un disco fundamental, tras su éxito en el Festival de Monterey, con el que la banda se convertía en una de las piezas clave de la escena, con una Janis Joplin dispuesta a cumplir sus sueños.
Try (Just a Little Bit Harder) – Con la que abría su primer disco en solitario, I Got Dem Ol Kozmic Blues Again Mama!, dejando de lado el sonido anterior junto a Big Brother y adentrándose en el blues y el soul de lleno. Un trabajo de los que muchos se olvidan, pero que sin duda, es de lo mejor que se hizo en 1969.
Cry Baby – Cerramos con su versión del clásico de Bernt Berns y Jerry Ragovoy, que en 1963 grabó Granate Mimms, pero que sería en el póstumo Pearl de Janis donde acogería su relevancia mundial. Un tema que aparecía como segundo corte de su último trabajo, donde el productor Paul Rothchild consiguió sacar toda la magia que llevaba dentro, y dejarla en la historia de la música.
Con estos tres clásicos, de una discografía inolvidable, he querido rendir culto a una de las pioneras en mostrarse al mundo sin censura. Hablando desde lo más íntimo de sus emociones, con pelos y señales. Y al igual que sus propias influencias, con el valor de enfrentarse a su fragilidad de la forma que ella decidiese. La voz blanca del mejor blues, que supo conquistar y ser el todo para las siguientes décadas y edades del rock. Una energía nunca antes liberada sobre un escenario, ni vista por el gran público y que redimía a un alma rota por su pasado, inconformista con su presente e irreverente con el futuro.
Descanse en Paz
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