Un accidente de motos y el malo de 'Terminator': cómo la carrera de Billy Idol en el cine murió antes de nacer

Dos grandes papeles aguardaban para Idol, que no llegó a encarnar ninguno de ellos

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El 6 de febrero de 1990, Billy Idol se levantó feliz y confiado. Todo le estaba yendo muy bien, incluyendo la salida de su último disco, 'Charmed Life'. Sin embargo, aquel día todo se torció. Sin casco ni protección corporal, el músico decidió coger su Harley-Davidson para ir a dar una vuelta. 

La mala suerte quiso que, al parar en una señal de stop, el músico se chocara con un coche, rompiéndose un brazo y una pierda. Eso sí, no todo fue mala fortuna, la mujer que conducía el otro vehículo no había sufrido ningún daño y, tras siete horas de pesada cirugía, el cantante pudo respirar tranquilo sabiendo que no había sufrido ningún daño a largo plazo. “El hueso de la pierna salió por fuera de mis pantalones y destrozó el músculo”, narraba Idol aquel año. “Había sangre por todas partes y no paraba de desmayarme por el dolor”, recordó. 

Pasado el susto, sin embargo, llegó la fría realidad, el cantante tenía dos compromisos millonarios que le harían de oro y le pondrían en el punto de mira, ya que el siguiente paso de su carrera era el cine. Billy Idol iba a tener dos grandes e imporantes papeles en 'Terminator 2: Judgment Day' y en 'The Doors'. ¿De quién iba a hacer Idol? Pues nada más y nada menos que de T-1000, el rival maligno de Arnold Schwarzenegger, quien volvía haciendo el papel de héroe. La película llegó a generar la friolera de 517 millones de dólares, siendo la película más popular de la carrera del actor. Fue la película más cara de la historia -en aquel momento- y, además, llevaba a Guns N' Roses en su banda sonora. Como verás, se trataba de una oportunidad como para no dejarla pasar. 

El film dirigido por James Cameron hubiera sido el trampolín perfecto para Idol, que se podría haber convertido en un actor de renombre y, sin embargo, Robert Patrick fue el hombre al que eligieron para sustituirle. El cantante no consiguió recuperarse a tiempo. 

Que se quedara fuera no fue un capricho, Patrick tuvo que entrenar cuatro horas diarias para poder prepararse físicamente para la grabación. No en vano, ser uno de los androides exigía aparentar el poder correr aparentando no cansarse. Pese a todo, Idol intentó actuar en la película, pero su cojera le dejó en evidencia, su lesión no se podía cubrir con efectos especiales. 

Aún quedaba otra película, 'The Doors', donde Billy encontró un lugar en la producción, aunque no en su papel original. Oliver Stone, director de la película, pretendía que el músico apareciese con un papel mucho más relevante, pero al final del día, Idol no estaba preparado. El papel de Idol fue el de Cat, un miembro de la tripulación de Jim Morrison. A decir verdad, es difícil recordarle en el film. 

Sea como fuere, el film se convirtió en una película de culto, pese a estrellarse en su debut, generando menos dinero del que costó. Desde aquel momento, la carrera cinematográfica de Idol murió, prácticamente, antes de nacer. Según dicen los rumores, en el año 2000 se le propuso hacer de villano en la película 'Highlander: Endgame' pero rechazó el papel y su última aparición en la gran pantalla tuvo lugar con un cameo junto a Adam Sandler en 'The Wedding Singer'. Nunca más volvimos a ver a Idol en el cine. La vida siguió y al cantante le llegaron muchos más días buenos, en los que se levantó feliz y con confianza, sin embargo, ninguno de ellos acabó con él delante de las cámaras. 

RockFM