Un ángel de la guarda en el infierno desatado por Guns N' Roses o el videoclip de "Welcome to the Jungle"

En 1987, a Guns N' Roses le estaba costando despegar y decidieron grabar el videoclip de "Welcome to the Jungle"

 

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El 1 de agosto de 1987, Guns N' Roses se decidieron a grabar el videoclip de "Welcome to the Jungle", el mismo que recuerdas hoy en día y que ha sido visualizado millones de veces en todo el mundo. Sin embargo, en aquella épocas, las cosas eran muy distintas.

Este vídeo era realente importante y mostraba la confianza de Geffen Records en Guns N' Roses y en el 'Appetite for Destruction', pese a que todos los indicios indicaban que invertir dinero en estos jóvenes rockeros de Los Ángeles era un error garrafal. No en vano, el disco había salido unas semanas antes y su primer single, "It's So Easy", se había estrellado en las listas de ventas. Todo indicaba que la banda iba a pasar sin pena ni gloria por la historia del rock.

Fue quizás por eso por lo que el directo Nigel Dick, que ya había trabajado con Tears for Fears en la MTV, decidió que no se iba a romper mucho la cabeza con aquella grabación. El plan era muy simple, la banda iría al Whisky a Go Go y alli tocarían la canción delante de algunos fans. Al mismo tiempo se mostraría a los componentes de la banda en las calles de Los Ángeles e incluso se haría un guiño a 'La Naranja Mecánica' con uno de ellos mirando, atado, las noticias en una pila de televisores encendidos. Nada muy complicado para cualquier equipo con un mínimo de medios. Sin embargo, como siempre, Guns N' Roses iba a hacer de las suyas, haciendo de lo que era un simple trámite, un infierno para tods.

El que era su mánager entonces, Alan Nivel, que siempre se ha atribuído el crédito del guiño al clásico del cine, también ha recordado, en distintas declaracioens, algunas de las locuras que los miembros de la banda hicieron durante la grabación. En cierto momento, Slash -muy borracho- decidió que era una gran idea "secuestrar" uno de los vehículos que se estaban utilizando en el set y desaparecer con él. Al día siguiente, cuando Niven prohibió el alcohol a la banda, el guitarrista apareció fresco y feliz y, nada más llegar, pidió una cerveza.

Esta no fue la única que lió Slash durante aquellos días. Borracho, una vez más, el músico comenzó a pasear tambaleándose entre el tráfico de la ciudad con una botella de Jack Daniels en la mano. Los motoristas que pasaban por delante acababan aterrorizados ante la posibilidad de haberse cargado al guitarrista así como haber sufrido un accidente ellos mimos. ¿Lo peor de todo? Que la banda no dijo nada y tuvo que se un miembro del equipo el que hablara con el mánager.

"Expliqué, intentando ser claro y firme, que ese comportamiento no estaba a la altura de las circunstancias", explicó. "Entonces Slash me miró en silencio y se dio la vuelta para marcharse a casa andando durante casi 11 kilómetros".

Pese a todo, Niven se las apañó para que el videoclip de "Welcome to the Jungle" saliera bien, destilando agresividad y locura por todas partes. Estaba claro que, si conseguía que saliera en televisión, el resto iría sobre ruedas. No fue así.

La MTV ignoró el vídeo y no lo puso en la televisión durante meses. Como consecuencia, el 'Appetite for Destruction', que había comenzado mal, iba aún peor. El tiempo se acababa. Guns N' Roses jugaba en el descuento e iba perdiendo por goleada. En Geffen, con solo 200.000 copias vendidas, estaban listos para darles la patada a los californianos. Los directivos se reunieron para dejar de apoyar el disco hasta que Tom Zutaut, el hombre que había fichado a los de Axl, convenció a sus compañeros de que había que hacer un último esfuerzo. David Geffen, el CEO de la discográfica, llamó a los directivos de la MTV para intentar que pusieran el vídeo, aunque solo fuera una vez. Así lo hicieron aunque, eso sí, a las 4 de la madrugada.

"Al día siguiente, me llegaron varias llamadas a mi oficina", recuerda Zutaut. "Llegué a las cuatro de la tarde y me dijeron que, por fin, MTV había decidido poner el vídeo en rotación después de que hubiera salido tan solo una vez".

Por suerte, y después de hundirse durante meses, la suerte de Guns N' Roses cambió cuando publicaron su tercer single, "Sweet Child O' Mine", que llegó al número uno de ventas y, con efecto retroactivo, provocó que "Welcome to the Jungle" y "Paradise City" también comenzaran a sonar en la radio y a convertirse en éxitos comerciales. Entre las tres canciones, los singles llegaron a venderse hasta los 30 millones de copias. Axl, Slash y compañía habían dado el primer paso para cambiar la historia del rock para siempre.

Nigel Dick también vio cómo cambiaba su vida, aunque no todo fue positivo. "Durante un tiempo me convertí en el tipo al que había que llamar para trabajar con esa clase de bandas. Todos los mánagers de grupos horrible me llamaban. Decían que mi trabajo había sido admirable y que tenía que hacer por su grupo lo mismo que con Guns N' Roses, pero los tipos que ellos tenían no eran Axl. Puedes ser el mejor director del mundo, pero si tu cantante no es bueno, estás jodido".

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