Bob Dylan, abucheado sin compasión: lo que sacó hoy nos parece normal, entonces fue un escándalo
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Corría el año 1965 cuando Bob Dylan decidió romper los esquemas a todos sus admiradores, se metió en el estudio con una guitarra eléctrica y dejó, momentáneamente, de lado el folk que le había caracterizado y por el que tenía tantos seguidores. En aquel momento se había cansado de sus propias canciones y no quería volver a decir en sus letras ciertas palabras como "Dios", "crisis" o "guerra", se quería volver más positivo y decidió que lo suyo era cambiar tanto la literatura de sus poemas como su propio estilo.
Así, se instauró en lo eléctrico, no solo se alió con su nueva Stratocaster sino que se unió a una banda que hizo que el nuevo trabajo tuviera una fuerza muy especial. La primera canción que construyeron fue uno de sus clásicos más universales, "Like A Rolling Stone", en ella retrata a una mujer que pasa de vivir en la alta sociedad a la indigencia, algo que parece alegrar al mismísimo Dylan, que le pregunta eso de "How does it feel? To be without a home, like a complete unknown, like a rolling stone" (Qué se siente sin tener casa, como una completa desconocida, como un canto rodado).
Cuando salió “Like A Rolling Stone” fue una canción revolucionaria en muchos sentidos. Primero por su duración de seis minutos, algo sin precedentes para un tema que esperaba sonar en todas las emisoras. Segundo, por el mensaje que Bob Dylan quería transmitir con una canción con la que estaba avanzando un cambio mentalidad y de ciclo, como quedó reflejado el 25 de julio de ese mismo año en el Festival de Folk de Newport.
Y es que el artista la interpretó allí en directo y fue el día en que todo cambió. Ese día Dylan abrió la brecha entre su pasado folk y el futuro que vislumbraba en el rock & roll. Ese día se produjo un cisma, fue el día en que Dylan se “enchufó”. Su público más fiel, los que le tenían como un referente del folk lo abuchearon sin compasión por usar guitarras eléctricas, pero también hubo quién entendió que él estaba emprendiendo un nuevo camino en el que, después de todo, al final no le ha ido nada mal.
Como hemos comentado, una de las peculiaridades de esa canción es que duraba seis minutos y eso venía muy mal a la industria por muchos motivos, pero uno de ellos es que los singles tenían una duración estándar de tres minutos, ya que los vinilos que se mandaban a las radios contemplaban ese tiempo en cada cara, de modo que cuando se mandó el single tuvo que cortarse a los tres minutos y no todos los DJ de las radios estaban dispuestos a poner la canción entera, pero hubo muchos que vieron que aquello era un temazo, por lo que tenían la complicación de que cuando se acababa la Cara A tenían que poner la B lo más rápido posible para que no hubiera un silencio largo en antena.
Los 15 minutos
Ese fue el tiempo que Bob Dylan y su banda estuvieron sobre el escenario de Newport interpretando las canciones de Dylan con aquella versión rock. Quince minutos. Tuvo que ser el presentador del evento, Peter Yarrow, quien le pidiera que alargara su actuación de alguna forma. Reticente pero comprometido, Dylan tomó de nuevo su guitarra acústica e interpretó dos temas más.
Aquel fue el último deseó que Bob Dylan quiso conceder a todos aquellos que abuchearon su música aquella noche. Porque, desde aquel episodio, aquel caluroso 25 de julio de 1965 en el Festival de Newport, el mundo podía contemplar la forma en la que el comprometido Dylan, con sus canciones llenas de mensajes pacíficos, había desaparecido del mapa. Aquella noche se dio paso a un Dylan alternativo. Diferente para muchos y un gran y nuevo descubrimiento para otros.
Se trata de un episodio que nunca será olvidado y que ha conseguido pasar a la historia de la música bajo el nombre “Controversia eléctrica de Dylan”. Un episodio que, por unos motivos u otros, sirvieron para abrirle las puertas del mundo. Algo que sirvió para que el propio Dylan cambiara la forma en la que él mismo veía a sí mismo a su arte. El Festival de Newport ha pasado a la historia de la música.
Y todo comenzó porque aquella noche enchufó aquella Fender Stratocaster que cambió el rumbo de su carrera para siempre.