La canción sobre la adicción a la heroína que Slash (Guns N' Roses) tocó delante de un puñado de niños

Todo sucedió en el Festival Lollapalooza de 2008 junto Perry Farrell, líder de Jane's Addiction y creador del evento
CORDON PRESS

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La vida evoluciona siempre de forma imparable. Seguro que muchos de vosotros miráis al pasado con añoranza. Esos días en los que ir de festival en festival no estaba impedido por nada. Sin embargo, ahora, con vuestros hijos durmiendo en la habitación de al lado, la cosa se ha vuelto más complicada. Por no decir, prácticamente imposible. Pues esto mismo es lo que pensó Perry Farrell, líder de Jane's Addiction, en 2005.

En aquel año, el artista quiso realizar algún que otro cambio en su festival, ya que era plenamente consciente de que una parte importante de los jóvenes que asistieron a la edición inaugural del Lollapalooza en 1991... ahora eran padres. Para ello, decidió introducir el escenario Kidz (inicialmente denominado Kidapalooza) para que los padres pudieran disfrutar del festival con sus hijos a una distancia segura de los moshpits y los altavoces del escenario principal.

De esta manera, el 3 de agosto de 2008, mientras transcurría con total normalidad el tercer día del festival que se estaba llevando a cabo en Grant Park, Chicago, Farrell subió al escenario a sus adorables hijos Hezron e Izzadore para presentarlos al público. También había un invitado especial, el guitarrista de Guns N' Roses Slash, que había traído a sus dos hijos, London y Cash, al escenario Kidz.

Los dos iconos del rock criados en Los Ángeles introdujeron su mini set para los niños con un par de versiones de clásicos atemporales, “Superstition”, de Stevie Wonder, y “Knockin' On Heaven's Door”, de Bod Dylan, un clásico de los directos de Guns N' Roses. Además, y como no podía ser de otra manera, Slash y Farrell no dudaron en interpretar algunos temas de Jane's Addiction como “Mountain Song”, del magistral álbum 'Nothing's Shocking'.

Hasta aquí, todo dentro de lo normal. El show transcurría dentro de los cánones establecidos, ofreciendo un gran espectáculo apto para todas las familias presentes. Sin embargo, cuál fue la sorpresa del público, cuando, sin esperarlo para nada, comenzaron a interpretar “Jane Says”, una hermosa canción inspirada en Jane Bainter, antigua compañera de piso de Farrell, que narra sus continuas batallas con la adicción a la heroína y con un novio violento.

Este hecho insólito es recordado como una de las grandes anécdotas del festival, ya que existen vídeos en los que se puede ver a los niños allí presentes bailando alegremente y sin parar una canción no apta para ellos. Sin duda alguna, una rocambolesca historia que solo podría haber pasado allí.






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