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Descubriendo el alma de Janis Joplin

Si no lo viste hace cuatro años, aprovecha la cuarentena para conocer a la verdadera “Bruja Cósmica”, con su celebrado documental ‘Little Girl Blue’.

 

RockFM

Locutor RockFM

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Después de ver ‘Little Girl Blue’, seguramente te va a pasar como a mí: te vas a dar cuenta de que nunca habrá una artista como Janis Joplin. Porque sus circunstancias vitales fueron “únicas”. Pero antes de entrar en materia, te recuerdo cómo se gestó este documental, muy recomendable para estos días, aunque parezca lo contrario…

‘Little Girl Blue’ es una creación de Amy J. Berg; una directora que estuvo nominada al Óscar por el documental ‘Deliver Us From Evil’ (titulado “Líbranos del Mal” en nuestro país), sobre los abusos sexuales a menores, en el seno de la Iglesia Católica en Estados Unidos. En ‘Janis: Little Girl Blue’, la realizadora californiana cuenta la historia de Janis Joplin con cartas personales de la propia cantante a su familia y amigos, que muestran a una Janis íntima y personal como nunca se había visto hasta el momento. Esas cartas se suman a las entrevistas de sus ex parejas y amantes, a las de sus compañeros de sus dos bandas (la Big Brother & The Holding Company y Kozmic Blues), a las de músicos y amigos como Bob Weir de Grateful Dead y a las de sus dos hermanos: Laura y Michael.

Víctima del bullying
Las torres, chimeneas y los grandes tanques de petróleo de Texaco –empresa en la que trabajó su padre toda la vida– copaban el paisaje donde se crio Janis Lyn Joplin. Así era su ciudad natal, Port Arthur (Texas); un paraje bastante deprimente y gris, donde este ingeniero mecánico, según su hija Laura, tenía humor suficiente como para volver un día del trabajo y decirle a su mujer: “hagamos algo para la posteridad”. Así es como engendraron a Laura; el primer hijo de una familia que podría haber sido cualquier familia estándar de la época. Pero Janis no encajó del todo bien en aquel entorno como se cuenta en el documental, al recordar –por ejemplo– que la largaron del coro de su iglesia, por desobedecer las órdenes del director. Posteriormente, la pubertad hizo estragos en su cara (debido al acné) y también en su autoestima (debido al bullyng). Y es que el periódico de su colegio le otorgó el galardón de “Hombre Más Feo Del Año” y tamaña humillación le hizo emigrar a California.

La heroína y el amor
Tras disfrutar de la música, de las drogas y del San Francisco de la época, Janis Joplin volvió a Port Arthur, después de que sus amigos hicieran una colecta para comprarle un billete a su pueblo natal. Janis había perdido mucho peso, y se engañó a sí misma prometiéndose un matrimonio y una vida convencional que nunca llegó. Janis se fue de nuevo a San Francisco, pero antes dejó de beber (alcohol) y prohibió que la gente consumiera heroína en su presencia. Lamentablemente la heroína fue una sustancia que le alejó incluso del que pudo ser el amor de su vida, según cuenta en ‘Little Girl Blue’ su propio protagonista: un chico que conoció en el Carnaval de Río de Janeiro pero que terminó por volver a su vida de aventurero, por culpa del maldito caballo.

¿Final “feliz”?
Quizá lo más interesante de ‘Little Girl Blue’ es que echa por tierra la teoría de la joven artista que se va deteriorando física y emocionalmente abandonándose hasta el punto de perder la vida a la edad maldita: los 27 años de edad. Pero el documental deja bien claro que, antes de dejar este mundo, Janis Joplin dejó la heroína. Eso sí, bebía más de la cuenta y como dijo Bob Weir a lo mejor lo que quería era darse un último homenaje.

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