El día que Alice Cooper vivió el accidente del pollo

Este desgraciado infortunio supuso la clave de su éxito 
ALICE COOPER en España

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Antes de convertirse en uno de los precursores de lo que después se conocería como shock rock, Alice Copper era un joven al frente de una banda que intentaba hacerse un hueco en el panorama musical rodeado de grandes estrellas como The Doors, Janis Joplin o Jimi Hendrix, que estaban en lo más alto a finales de los '60. 

En el Toronto Rock and Roll Revival de 1969, la banda tenía la oportunidad de dejar una gran impresión ya que su manager, a cambio de no cobrar nada, había conseguido que Cooper y los suyos tocaran en una de las mejores posiciones de todo el evento, junto entre The Doors y John Lennon. La formación, cuyo tema estrella era “I'm Eighteen”, disponía de unas pocas canciones para dejar a todos boquiabiertos. 

En un primer momento todo fue bien, la banda salió al escenario ataviada con extravagantes ropajes y comenzaron a descargar una batería de todo su sonido experimental y novedoso. Parecía que la apuesta le estaba saliendo bien a los promotores, aquellos jóvenes tenían talento y calidad de sobra para triunfar y a la gente le gustaban. Sin embargo, ocurrió algo totalmente inesperado, un actor más se sumó a la ecuación, haciendo una aparición especial que acabaría resultando fatal. Pero no era un músico ni un fan extasiado, se trataba, ni más ni menos, que de un pollo. 

La respuesta de cómo llegó hasta ahí el animal sigue siendo de lo más incierta a día de hoy. Hay quién dice que lo tiró alguien de la audiencia, otros comentan que la banda viajaba con ellos y los trataba como mascotas, aunque la razón de por qué el pollo cruzó el escenario nunca se ha llegado a aclarar del todo. 

En cualquier caso, durante el final del show, la banda solía soltar plumas de almohadas que, con el aire, volaban hacia el público en una nube blanca que les dejaba impresionados. Según Cooper, una sola almohada bastaba para llenar un estadio entero y aquella noche tenían cuatro en el arsenal. Cuando el pollo apareció en el escenario en mitad de toda la euforia final, el cantante lo divisó y decidió que sería buena idea tirarlo hacia la audiencia. Ignorante de la fisionomía de estos animales, el bueno de Alice pensó que el bicho saldría volando por encima de todos los asistentes, poniendo un precioso punto y final a la actuación. No fue así, el pollo cayó a la audiencia, que, como loca empezó a tirar de él hasta acabar cruelmente con su vida. El escenario pasó del color blanco a teñirse del rojo de las vísceras que los fans de la banda devolvían. Todo se había estropeado en el último momento.

Al día siguiente, la prensa lo exageró todo aún más con titulares que afirmaban que Cooper había descabezado al animal y se había bebido su sangre en directo. Cuando Frank Zappa, que ayudaba al grupo en aquella época, se enteró de esto, llamó inmediatamente al cantante y le preguntó si lo que decían los periódicos era verdad. Alice le dijo que no, ante lo que Zappa le contestó: “Entonces no se lo cuentes a nadie. A todo el mundo le encanta. Eres la persona más notoria que exite ahora mismo”. Gracias a esta fama, Alice Cooper consiguió, no sólo hacerse un lugar en el panorama musical, sino también definir la personalidad que hoy le caracteriza y que todos asociamos con el músico. Aún así, ¡pobre pollo! 

RockFM